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Domingo, 13 de febrero de 2005

MúSICA > EL FENóMENO DESCONOCIDO EN BUENOS AIRES

Un menú cordobés

En Córdoba son un fenómeno de convocatoria (compartieron noche con Charly García en Cosquín Rock); su primer repertorio los ubicaba como perfecta banda de sonido almodovariana; y la naturalidad con que mezclan bolero, tango, rock y ska les valió ser llamados “los Mimi Maura cordobeses”. Ahora, con Niños envueltos, su tercer disco, Los Cocineros se lanzan con canciones propias. Y no estaría mal que Buenos Aires parara la oreja.

 Por Martín Pérez

Aun cuando la comparación sea inevitable, y hasta incluso feliz, los integrantes de Los Cocineros no la aguantan más. Desde sus no tan lejanos comienzos, la mejor forma de describir lo que hacen para el público (porteño) que no los conoce es presentarlos como “los Mimi Maura cordobeses”. Por esa pizca de rock y de ska con los que muy orgullosamente aseguraban condimentar su repertorio desde su primera y acústica encarnación. Pero también por esa condición de amor a primera vista que despiertan sus actuaciones, de las que nadie –sobre todo las chicas– suele salir insatisfecho. Y también, por supuesto, por el inevitable protagonismo casi excluyente de su cantante, Mara Santucho, dueña de una voz de gramófono, ideal para dar cuerpo a un repertorio que se aleja del Caribe y abreva de otra clase de géneros más terrestres, desde el tango hasta el bolero, desde Los Palmeras hasta Mario Clavell. Aunque aquella pizca de rock y ska siga bien presente, como se puede constatar en el cover de “¿Qué hago en Manila?”, aquel lentazo de Virus devenido en rock steady en Niños revueltos, el tercer álbum del grupo, editado esta vez -las anteriores fueron autoediciones– por el sello porteño Mon Musique, que editó a La Pequeña Orquesta Reincidentes.

Un auténtico fenómeno de convocatoria en Córdoba, pero prácticamente desconocidos en Buenos Aires, Los Cocineros nacieron en realidad unos cuatro años atrás como una extensión del trabajo teatral de Mara y Sol Pereyra. Pero rápidamente se asumió como un proyecto musical que –luego de un tímido comienzo en la forma de un trío de voz, cajón y cuatro venezolano– asumió la forma del trío que testifican sus dos primeros álbumes: Peras al olmo (2002) y La hazaña rellena (2003). “Empezamos trabajando en restaurantes”, cuenta Sol, como para explicar el nombre. “Y lo que nos sorprendió fue la aceptación inmediata que tuvimos”, agrega. Tal vez sea porque es imposible no disfrutar desde el primer momento de una voz como la de Mara, a la que ha sucumbido desde el Pelado Cordera, cantante de Bersuit, hasta el director de cine Santiago Loza, que la convocó para su próximo proyecto cinematográfico (que –por supuesto– tendrá música de Los Cocineros). “Mara es un diamante en bruto, una cantante de ducha”, explica con admiración Alfonso Barbieri, ex integrante del mítico grupo cordobés Los Rústicos del Viejo Sueño, convocado casi desde el primer momento por Mara y Sol para integrar el trío ahora devenido quinteto.

Amantes de Los Beatles, Bowie y el Trío Los Panchos, Los Cocineros luchan para sacarse el sambenito de banda de sonido de una película de Almodóvar con su antiguo repertorio. “Muchas veces escuchamos que nos dicen: ‘Qué almodovariano que es esto’. Pero la intención nunca fue ésa, las canciones están siempre antes”, aseguran. Por lo pronto, para no perder la costumbre, después de compartir escenario en los últimos tiempos allá en Córdoba con Café Tacuba, Palo Pandolfo, Sergio Pángaro e incluso Mimi Maura, acaban de acaparar toda clase de elogios por su actuación en el Cosquín Rock realizado fuera de Cosquín, compartiendo noche con Charly García. Pero la obsesión de Los Cocineros, desde hace tiempo, es ingresar en el circuito porteño. Hasta esta edición de Niños revueltos, sus discos sólo se conseguían en la disquería de La Trastienda, donde Alfonso Barbieri supo tocar un par de años atrás como invitado de la mexicana Liliana Felipe. Pero éste tal vez sea el momento de dar ese salto. Mientras tanto, el sonido de banda del grupo ha evolucionado en su formación de quinteto, con la inclusión de Fonsy Denaro en bajo y Nicolás Arrieta en batería. Rockers sin prejuicio de hacer cuarteto, Los Cocineros cada vez están más seguros y decididos, al punto de firmar sus propias canciones, y sumar las voces de Alfonso y Sol a la de Mara en varios temas del nuevo disco. Pero, por supuesto, ésa sigue siendo el gran arma del grupo. La voz de Mara Santucho, esa cantante de ducha que es capaz de dominar todos los géneros y los escenarios.

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