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Domingo, 13 de febrero de 2005

FENóMENOS > LOS “STENCILS” COPAN BA

Las paredes hablan

Cristos, Che Guevaras, Bushes, Mirtha Legrands: las paredes de la ciudad están de imágenes irreverentes. ¿Quién está detrás de este fenómeno?

 Por Moira Soto

Venezuela al 1700: sobre la pared, una puntillosa reproducción en stencil del clásico cuadro Il Bacio del siglo XIX, y a la izquierda de la amplia falda de la dama, una huella de labios con rouge. Bartolomé Mitre y Uruguay: la archifamosa imagen del Che, pelo largo y boina, pero con una calavera en vez de sus atractivos rasgos, rompe el icono del consumismo. Pasaje Rivarola y Perón: una cruz con un sacacorchos que reemplaza a Jesucristo... Las callecitas urbanas, y también las suburbanas, regalan azarosamente estas muestras de arte callejero, casi siempre anónimo, vital, incitante, que refresca el ojo del paseante que se vuelve para mirar si vio bien o si sólo se trataba de un espejismo: pero sí, efectivamente, era la cara de Marcel Proust en alto contraste, entre restos de afiches, calcomanías y otros stencils, por Rivadavia, al lado del Teatro Liceo.

Movimiento espontáneo que comenzó a manifestarse aquí a comienzos de este siglo XXI y que fue creciendo en cantidad de hacedores y en calidad técnica, los estencileros o estencilistas –como prefieren denominarse algunos grupos–, últimos descendientes de los pintores rupestres y depositarios de múltiples influencias, expresan, al decir de Arthur C. Danto, “el interior de un período cultural, ofrecen como un espejo que atrapa la conciencia de nuestros reyes”. Desde algún muro, la trinidad Bush, Aznar y Blair con la leyenda “Podemos ser peores” refleja una actitud política crítica que, sin embargo, los artistas consultados no reivindican abiertamente.

Estos hijos e hijas de la tele y la computadora, herederos intuitivos (o no tanto) de Andy Warhol, Basquiat, Jorge de la Vega, Duchamp y tantos otros creadores, vuelven su atención hacia emblemas del siglo XX, hacia el cine, la historieta, los juguetes, las estampitas religiosas. Aparte de copiar, reproducir, realizar collages, son bien capaces de ofrecer impactantes piezas originales. Entre los grupos que andan en estos días esparciendo belleza en lugares inesperados, se puede citar a Vómito Attack, Burzaco Stencil, Buenos Aires Stencil, Mujeres Públicas, Stencilland... “En un principio era: qué linda imagen, en vez de llevarla a una remera la pongo en la pared”, dice Rober I. de Stencilland. “Después me fui tirando para el lado crítico: los políticos duermen en la Argentina, nos duermen a nosotros. Entonces hago algo que represente esa idea y me guste como diseño: el Congreso durmiendo. Somos tres y no nos sentamos a debatir ideas.” Mara Mod lo contradice. “Lo hacemos, pero sin mucha formalidad. El crucifijo en defensa de León Ferrari salió de un intercambio de opiniones mientras veíamos en la tele la clausura de la exposición. Rober estaba con el sacacorchos y preguntó si esa idea de Cristo ya estaba hecha...” El trío lo completa Bam Bam, quien aclara: “Como casi todos los estencilistas, evitamos edificios históricos, superficies recién pintadas. Preferimos atacar paredes que tengan algún antecedente”. Los Stencilland comentan que no suelen tener problemas con la gente. Al contrario, no faltan caminantes que los feliciten, les pidan que les pinten la remera o la mochila: “Con la policía tratamos de no cruzarnos, pero tenemos un stencil a 15 metros del Departamento Central... El otro día, sin embargo, nos echó mal un guardacoches, defendiendo su vereda. Sólo estábamos acompañando a un fotógrafo francés que quería hacer algunas tomas”. Se trataba de Marc Mounier-Kuhn, quien realizó en enero pasado un excelente clip trabajando sólo con las imágenes de stencils callejeros, con un creativo trabajo de encuadre, edición y musicalización.

Federico Martínez y Valentina Buratti empezaron a dejar su marca en las paredes hace dos años, bajo el nombre de Burzaco, “con ganas de hacer algo diferente, y nuestros stencils fueron mejorando técnicamente. Valentina, mi novia, vio en Capital el de Bush con orejas de Mickey y le gustó. Averiguó cómo estaba hecho y me regaló uno. Ahí empezamos a tirar ideas, arrancamos con imágenes que teníamos en la cabeza, desde una película,Scarface, hasta los playmobils con los que jugábamos de chicos, cosas que tienen que ver con nuestras vivencias y preferencias”. Además de homenajes a Betty Page y a films de mafiosos, Valentina y Federico son orgullosos responsables de esa efigie sonriente de la señora Mirtha Legrand con la frase “Carajo, mierda”. A ellos también, cuando andan por Burzaco, Adrogué o Temperley estampando stencils, es bastante común que la gente les agradezca, los aliente.

Para Pelusa Borthwick, directora de la galería Arcimboldo y secretaria de la Asociación de Galeristas local, “una de las sorpresas más gratas que te puede ofrecer la ciudad es esta forma de arte público que encontrás por la calle, sin entrar en una galería o museo. Lo encuentro muy enriquecedor. La mayoría de esos artistas trabajan con un nivel alto de calidad en lo formal y lo conceptual. Son muy libres, desinteresados, no cultivan el ego, actúan de forma participativa. Creo que el desafío de los galeristas sería ingresar este arte en el circuito, pero sin tergiversar su esencia. Por eso me pareció muy acertada la muestra del Recoleta el año pasado: los stencils se hicieron directamente sobre las paredes”.

Buenos Aires Stencil: bsastencil.tripod.com
Burzaco Stencil: www.burzacoctencil.tk
Vómito Attack: www.vomitoattack.com.ar
Stencilland: www.fotolog.net/stencilland
Run Don’t Walk: www.rundontwalk.com.ar
SMNR (sitio donde varios grupos publican imágenes de sus stencils): www.smnr.com.ar

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