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Domingo, 30 de enero de 2011

Los descubrimientos caleidoscópicos

 Por Clifford Pickover

El famoso médico canadiense William Osler alguna vez escribió: “En la ciencia, el reconocimiento es para aquel que logra convencer al mundo, no para quien se le ocurre una idea primero”. Cuando examinamos los descubrimientos de la ciencia y las matemáticas encontramos a menudo que si un investigador no hubiera hecho un descubrimiento en particular, otro individuo habría terminado realizándolo meses o pocos años después. A menudo, más de una persona crea el mismo dispositivo o descubre la misma ley científica alrededor de la misma época pero por diversas razones –entre las que figura la suerte– terminamos recordando sólo al descubridor más famoso.

En 1858, el matemático alemán August Möbius descubrió simultánea e independientemente la “cinta de Moebius” junto a su colega Johann Benedict Listing. Isaac Newton y Gottfried Wilhelm Leibniz inventaron el cálculo matemático casi al mismo tiempo cada uno por su lado. Los naturalistas británicos Charles Darwin y Alfred Wallace desarrollaron al unísono en distintos lugares del mundo la Teoría de la Evolución. Alexander Graham Bell y Elisha Gray presentaron sus propias patentes del teléfono el mismo día.

Esto demuestra que hay cierto clima de época o conocimiento acumulado que propicia que se realicen ciertos descubrimientos al mismo tiempo. El gran sociólogo de la ciencia Robert Merton propuso que “todos los descubrimientos científicos son en principio múltiples”. En otras palabras, cuando se realiza un descubrimiento científico, por lo general se lleva a cabo por más de una persona. A veces una ley o un invento lleva el nombre de la persona que lo desarrolla en vez del nombre de quien lo descubre originalmente.

El mundo está lleno de dificultades a la hora de asignar el crédito de los descubrimientos. Lo vemos en el ámbito de las leyes de patentes, en el mundo de los negocios y en nuestra vida cotidiana. Apreciar el concepto de simultaneidad de los descubrimientos o “descubrimientos caleidoscópicos” nos sería muy útil como herramienta cognitiva porque exhibe la naturaleza de la innovación y el futuro de las ideas. Si esto se enseñara en las escuelas, los innovadores podrían disfrutar más del fruto de su trabajo y no perderían el tiempo adelantándose o tratando de aplastar a sus rivales.

Clifford Pickover es escritor científico y autor de The Math Book: From Pythagoras to the 57th Dimension.

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