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Lunes, 28 de agosto de 2006

SANTA FE › SEIS IMPUTADOS EN LA CAUSA FECED, PROFUGOS DESDE HACE DOS AÑOS

Represores con captura recomendada

El juez Sutter Schneider declaró en rebeldía
y ordenó la captura de seis imputados en
la megacausa por la represión en Rosario.

 Por Juan Carlos Tizziani

El juez federal de Rosario, Germán Sutter Schneider, declaró en rebeldía y ordenó la captura de seis imputados en la megacausa por la represión ilegal en el Segundo Cuerpo de Ejército -mal identificada con el nombre del fallecido ex jefe de la Policía rosarina, Agustín Feced- que están prófugos desde hace dos años, desde que se reabrió el expediente, el 7 de setiembre de 2004. El magistrado comunicó a la Policía Federal la orden de captura de los represores Carlos "Dippy" Moore, Carlos Ulpiano Altamirano, César "Pirincha" Peralta, Carlos Alberto Brunatto, José "Pollo" Baravalle y Graciela Porta, para que insista con su búsqueda dentro y fuera del país, ante la sospecha de que algunos de ellos puedan estar en el exterior. La orden del magistrado subraya una de las características más notables de este proceso que hoy tiene más buscados que detenidos y militares presos en su propia casa.

Sutter Schneider recordó dos resoluciones de su antecesor y hoy juez del Tribunal Oral, Omar Digerónimo, quien reabrió la causa Feced, anuló las leyes de impunidad y ordenó detener a dos tandas de represores -militares, policías y civiles-, entre ellos los seis que nunca fueron encontrados y ahora están rebeldes y prófugos. En el decreto del 7 de setiembre de 2004, Digerónimo decidió "recibirle declaración indagatoria y detener" a los ex policías Moore, Altamirano y Peralta. Y dos semanas después, el 23 de setiembre, dispuso lo mismo para Brunato, Baravalle y Porta. En todos los casos se libraron los oficios y exhortos correspondientes.

Sin embargo, ninguno de los seis prófugos "fueron hallados" por la Policía Federal, por lo que el juez cumplió con otra formalidad: el 25 de agosto del año pasado decidió citarlos mediante la publicación de edictos judiciales para que comparezcan por su propia voluntad a "prestar declaración indagatoria".

Pero tampoco tuvo éxito. Entonces, "no habiéndose presentado ni logrado la detención de ninguno de los requeridos hasta la fecha", Sutter Schneider resolvió "declarar la rebeldía" de Moore, Altamirano, Peralta, Brunatto, Baravalle y Porta y librar a la Policía Federal una "orden de captura" de los seis represores, para que la búsqueda se realice no sólo en el país, sino también en el exterior a través de Interpol, ante la sospecha de que algunos de ellos podrían estar en Europa.

La resolución del juez deja a la luz pública una característica de la investigación de los crímenes de lesa humanidad en Rosario. A dos años de la reapertura de la causa Feced, sólo cinco imputados están presos: el ex comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, general Ramón Díaz Bessone; el ex jefe de la Policía de la provincia, coronel Carlos Ramírez -ambos con prisión domiciliaria- y los ex oficiales de la Policía rosarina, José Rubén Lo Fiego, José Carlos Scortechini y Mario Marcote, este último excarcelado por la Cámara Federal de Rosario en diciembre de 2004 y luego detenido -por tercera vez- en febrero de 2005, por orden del entonces juez de la causa, Carlos Vera Barros.

Ahora, la resolución de Sutter Schneider renueva el pedido de captura de otros seis imputados: Moore, Altamirano, Peralta, Brunatto, Baravalle y Porta. Pero según un informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) publicado por Página/12 el 13 de agosto último también son buscados por la justicia otros cuatro represores: Nilda Folch, Carlos Isaach, Diego Portillo y Ramón Rito Vergara. Una lista incompleta. Porque a los diez anteriores habría que agregar a Ricardo Chomicki, según una fuente de la justicia federal consultada por Rosario/12. "La información que tenemos es que Baravalle, Folch y Chomicki podrían estar fuera del país, posiblemente en Europa", comentó. "Entonces, la pregunta que hay que hacerse es si la Policía realmente busca a los prófugos", se planteó la fuente.

Vale recordar que el último detenido por violaciones a los derechos humanos en Rosario fue el ex agente civil del Destacamento de Inteligencia Militar 121, Walter Pagano, quien cayó el 28 de abril en una iglesia del macrocentro, en bulevar Oroño y San Luis, a pocos metros de los Tribunales Federales de Oroño al 900. Un hecho inédito. Pero además, Pagano fue identificado por un policía que es hijo de Eduardo "Tucu" Constanzo, otro imputado en la investigación por los desaparecidos en la Quinta de Funes, uno de los centros clandestinos de detención que dependían del Segundo Cuerpo de Ejército.

Los ex comisarios Moore y Peralta estuvieron en actividad en la Policía de Rosario hasta diciembre de 1997, cuando el primer gobierno de Jorge Obeid los pasó a disponibilidad y después a retiro obligatorio en octubre de 1998, junto a otros cuatro de sus colegas: Lo Fiego, Scortechini, Alberto Julio Vitantonio y Telmo Alcides Ibarra.

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El juez federal de Rosario, Germán Sutter Schneider. Con su resolución renueva el pedido de captura de otros seis imputados.
 
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