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Domingo, 29 de enero de 2006

CULTURA / ESPECTáCULOS › ALCIDES LANZA, UN MUSICO ROSARINO MUNDIALMENTE RECONOCIDO

En Montreal, Rosario aún está cerca

Alcides Lanza es un músico nacido en Rosario, reconocido en el plano musical nacional e internacional y casi ignoto en su ciudad. Mientras la prestigiosa musicóloga Pamela Jones prepara su biografía, Rosario/12 mantuvo un jugoso diálogo con él.

 Por Marisol Gentile

El compositor y pianista argentino Alcides Lanza nació en Rosario pero es canadiense por adopción. Y aunque su historia musical ha pasado por otros países -fundamentalmente, a partir de una beca de la Fundación Guggenheim que obtuvo en 1965, en Nueva York donde trabajó durante un más de un lustro como asistente en el Centro Electrónico de la Universidad de Columbia-, la frescura de los recuerdos de Rosario todavía lo sorprenden. "Las memorias rosarinas son contundentes para mí -recuerda el maestro, en diálogo exclusivo con Rosario/12-. La influencia de Nicolás Alessio como maestro, su honestidad y la buena preparación inicial me dio; Velmiro Ayala Gauna, quien me inició hacia la creatividad y la música; Arminda Canteros y el piano; mis primeros recitales en Amigos del Arte...". Por ahí, surgen recuerdos diferentes. "Como aquella vieja anécdota de cuando el arquitecto Guido me expulsó de su clase de Historia del Arte, a raíz de mi confrontación con él, ante sus repetidas y constantes aseveraciones antisemitas. Guido me prohibió volver a su aula, y eso contribuyó a que yo jamás me graduara".

Luego vendría su viaje a Canadá, y su posterior radicación en esas tierras, más precisamente en Montreal. Allí, en la Universidad de McGill, cumplió con las múltiples tareas de Profesor de Composición, Director de los Estudios Electrónicos y Director de los Festivales de Música Contemporánea.

Siempre interesado en crear músicas que 'cuenten algo', y confesando que ha tratado de romper con aquello de "ir a un concierto para mirar a los ejecutantes y de hecho esperar que algo habitual se dé visualmente en la escena", afirma con vehemencia que su estética musical se encuentra dentro de la llamada música contemporánea. "Claro que sí -argumenta- la música que escribo se ejecuta dentro de mi tiempo de vida, dentro de mi presente... de hecho es música cuya estética es contemporánea a mi presencia en este planeta".

A pesar de estar hace ya tres años gozando de su jubilación, Lanza continúa desarrollando una activa carrera internacional como pianista y director especializado en música contemporánea y en el repertorio de vanguardia, y sus programas de concierto reflejan principalmente su interés en la música de las Tres Américas.

"Actualmente trabajo solamente en mi casa, en un pequeño laboratorio llamado Estudio Shelan. Cuando compongo música, todo lo que sea partitura, las partes instrumentales, etc..., todo lo sigo haciendo como siempre, sin computadora. Por allí se ha dicho que soy uno de los mejores copistas de música que existen; claro, hay que tener en cuenta los ocho años de dibujo técnico de mi juventud, los seis años en la Escuela Industrial de la Nación -donde recibí el diploma de Electrotécnico Nacional-, y luego casi dos años más en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional del Litoral..., ¡tanta dedicación al dibujo técnico algo tenía que influir!", asegura.

Profundizando acerca de su acercamiento a la informática, Lanza apunta ironiza sobre su edad. "Yo entré muy madurito en eso de la informática. Tuve que hacerlo dado que fui por más de un cuarto de siglo director de los Estudios de Música Electrónica de la Universidad McGill, en Montreal. Para hacer que esos laboratorios se mantuvieran al frente de la vanguardia musical y tecnológica era necesario estar al día. En lo que respecta a la informática y mi producción, bueno, la uso poco. Y esto tiene que ver con que me valgo de sonoridades y texturas complejas para mi música instrumental y electrónica, así que en lo referente a maquinaria y procedimientos compositivos, prefiero que todo sea más simple".

Amén de haber recibido una cantidad más que considerable de premios -entre los que se pueden mencionar el "Diploma de Honor con Alta Distinción", otorgado por el Consejo Interamericano de la Música y la Organización de los Estados Americanos, en 1996; el premio Victor Martyn Lynch-Stauton, otorgado por el Consejo Canadiense de las Artes en 2003, y la designación en 2004 como Director Emérito del EMS-; Lanza se destaca además por haber presentado varias "Maratones de Piano" en Montreal y otros centros. Tal es el caso de su famoso "Concierto Maratón de 1992", que duró cinco horas e incluyó 48 diferentes obras de piano, algunas con electrónica y otras como soporte de películas cinematográficas.

A la hora de definir sus orígenes, enumera como sus referentes del pasado a los compositores clásicos Bach, Mozart y Beethoven. Por otro lado, remarca su enorme interés en la música de Schumann. "Como pianista he ejecutado varias de sus obras de piano -cuenta-, pero también he estudiado su vida, en particular su relación con Clara Schumann, compositora y pianista. Es una de las historias de amor más apasionantes... le diría que un modelo a seguir".

Mientras que por otro lado, a propósito de sus influencias más recientes, afirma que "de los compositores del siglo XX, sin duda me han influenciado Berio, Bartok y hasta Ligeti, pero nunca tuve interés en componer dentro de la técnica serial. También reconozco la influencia de Cage, Ives, Partch y Nancarrow. Como se ve, hay una gran contribución del sector norteamericano en mi formación".

Pese a esto, Lanza es un enorme difusor de la música latinoamericana. Ha presentando en forma ininterrumpida obras de estas latitudes en todos los conciertos que ha dirigido y actuado, tanto como pianista solista como en dúo con Meg Sheppard, su esposa y cantante. Esto ha dado como resultado centenares de ejecuciones de música latinoamericana en ciclos de conciertos en Canadá, Estados Unidos y en muchas ciudades de Europa, con la correspondiente difusión de las estéticas latinoamericanas y sus compositores, entre los que se destacan los argentinos Paz, Budón, Grela, Pérez Miró, Luc y Dianda; los brasileños Nobre, Mendes y Santoro; los mexicanos Enríquez y Lavista, y tantos otros más. Al respecto, agrega: "Muchas obras latinoamericanas las he logrado grabar en discos compactos comerciales, como por ejemplo el compacto de McGill Records, "Percussion Music from the Americas", con obras de Ginastera (primera grabación digital de su Cantata para América Mágica!), Osvaldo Budón y mías. También otros compactos, de mi compañia Shelan, The Extended Piano y el llamado Instrumental and Electronic Music, donde yo mismo grabé obras de Santoro (Brasil), Mariano Etkin y Juan Carlos Paz (Argentina), Edgar Valcárcel (Perú) y Manuel Enriquez (México)" Y concluye: "debo confesar que la sensación es muy agradable: miro hacia atrás en el tiempo y encuentro que he realizado una tarea que quizás como documentación sonora del acervo latinoamericano es importante".

A esta necesaria y permanente tarea de difusión de la música de Sudamérica, se le suma un importante proyecto de investigación actual para rescatar las grabaciones en cinta. "Es cosa conocida que todas las grabaciones en cinta abierta están siendo corroídas por el tiempo"- explica a esta redacción- "Yo comencé en McGill hace más de diez años lo que se llama el EMS Tape Restoration Project. Se han rescatado tantas obras que ya hemos depositado en la Biblioteca de Música de McGill 75 discos compactos diferentes con la producción del EMS de McGill desde 1964. Hoy en día estamos trabajando en hacer que toda esa información sonora pueda formar parte de la Biblioteca Digital del Futuro y que se pueda acceder a ella via Internet. Tengo la buena suerte que las autoridades de McGill reconocen el valor de esta tarea de archivar y preservar el acervo de la cultura musical y por ahora han extendido mi mandato, para que yo pueda continuar la búsqueda de grabaciones en cinta de los años 1950 hasta 1980 para así poder preservarlas en formato más duradero".

En el final de la entrevista, si bien afirma que en las ciudades canadienses el movimiento musical que apunta a la vanguardia es muy grande -tal que en cada ciudad existen conjuntos de cámara dedicadas a la difusión de la música contemporánea-, Lanza explica que esto es posible por un lado, por los subsidios que otorga el gobierno; y por el otro, debido al gran interés de los mismos compositores, que se asocian en diferentes agrupaciones.

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Lanza tiene una larga carrera en la música contemporánea. "Me gusta que cada oyente interprete distinto a mi música".
 
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