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Jueves, 26 de febrero de 2009

PSICOLOGíA › ANáLISIS DE LA INTERSECCIóN ENTRE HISTORIA ORAL Y PSICOANáLISIS

Las verdades que se ocultan

Freud planteó la división subjetiva entre saber (inconsciente) y verdad, en un momento histórico dominado por el idealismo filosófico y el positivismo científico. Sin embargo siempre fue más allá de eso, e insistió en no caer en lo dogmático.

 Por Laura Capella*

El psicoanálisis ha estado siempre preocupado por la historia, inquietándose e incidiendo además en lo que se ha dado en llamar la subjetividad de la época. Heredero del pensamiento cartesiano, el sujeto que se deriva del cogito y que Lacan formaliza en su retorno a Freud, es un sujeto escindido, entre otras escisiones, entre saber y verdad. El sujeto del cogito se presenta en un rechazo a todo saber preconcebido, a todo saber anterior, tanto el que nos provee la razón, como el que nos proveen los sentidos.

Freud, dado el momento histórico en el que descubrió y desarrolló el psicoanálisis, fuertemente dominado por el idealismo filosófico y el positivismo científico debió apoyarse en el cientificismo del ideal de la ciencia, asegurándose, a la manera como las ciencias de la época se iban desplegando, innumerable casuística, el conocimiento de lo desarrollado hasta el momento por otros, etc. No obstante los recaudos y el respeto por el mundo científico, siempre fue más allá de eso. Hubo en Freud una insistencia en no caer en lo dogmático. Esto aparece expresado claramente en la conferencia XXXV (1932) titulada El problema de la concepción del universo. En esta conferencia critica duramente tanto la prohibición de pensar de las religiones, como la de ciertas filosofías políticas, manifestando lo nocivo que esto resulta no sólo para el hombre en general ﷓es particularmente notable como especifica lo perjudicial que resultó para el genero femenino la prohibición a la mujer de siquiera pensar en la sexualidad﷓ sino también para la comunidad de los hombres. En este sentido, Freud ha incluido su obra como parte de la gran obra de la humanidad

Es en este "ir más allá" que queremos detenernos. Lacan ha dicho en varios textos: Marx y Lenin, Freud y Lacan, los hombres de la verdad. Consideramos que es esa verdad uno de los puntos más importantes de intersección de las entrevistas en historia oral y psicoanálisis. ¿Qué podemos decir de esa verdad en disyunción con el saber? ¿Y en qué Marx y Lenin se asocian con Freud y Lacan?

Respecto de la verdad en disyunción con el saber se vincula a la concepción de la verdad como no﷓toda y también a la concepción de la verdad como causa. Ambas van más allá de los saberes tanto científicos como vivenciales. Por otro lado, lo que comparten Marx y Lenin con Freud y Lacan es que los primeros de cada par descubrieron algo que se ocultaba aun para las ciencias, tan meticulosas en buscar una verdad, que como dice Freud es la coincidencia con la realidad independientemente de nosotros mismos; y los segundos avanzaron en pos de ese descubrimiento y lo sostuvieron.

El marxismo descubre una verdad oculta para aquellos que pensaban la sociedad en relación al paradigma contractualista. Más allá de los grandes pensadores del iluminismo que planteaban la sociedad posible gracias a un pacto social, Marx descubre la dominación de una clase sobre otra, la lucha de clases y el concepto de plusvalía. Freud, por su lado, en pleno auge y optimismo del racionalismo, descubre que tanto a nivel intelectual como afectivo hay un más allá de la conciencia, más allá que constituye la condición misma de lo psíquico: el inconsciente. Y en ello se oculta una verdad. Dice de manera admirable en "El malestar en la cultura": "La verdad oculta detrás de todo esto, que negaríamos de buen grado, es la de que el hombre no es una criatura tierna y necesitada de amor, que sólo osaría defenderse si se le atacara, sino, por el contrario, un ser entre cuyas disposiciones pulsionales también debe incluirse una buena porción de agresividad. Por consiguiente, el prójimo no le representa únicamente un posible colaborador y objeto sexual, sino también un motivo de tentación para satisfacer en él su agresividad, para explotar su capacidad de trabajo sin retribuirla, para aprovecharlo sexualmente sin su consentimiento, para apoderarse de sus bienes, para humillarlo, para ocasionarle sufrimientos, martirizarlo y matarlo. Homo homini lupus".

*Psicóloga, psicoanalista, escritora. Fragmento de un trabajo que será presentado con otros en el II Congreso Argentino﷓Latinoamericano de Derechos Humanos.

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Sigmund Freud criticó la prohibición de pensar de las religiones y de ciertas filosofías.
 
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