La candidata a intendenta por Unión Pro, Anita Martínez, reaccionó ayer contra sus detractores luego del debate televisivo del domingo pasado, en la que la dejaron en evidencia sobre sus inasistencias a reuniones de comisión en el Concejo, cosa que luego confirmaron otros pares del Palacio Vassallo. "En la vieja política predomina ese temor a que los saquen del sillón en los que están sentados desde hace años. Nosotros venimos a hablar del futuro, de propuestas y de la necesidad de cambiar las cosas para dejarle una Rosario mejor a nuestros hijos", ensayó la edil macrista como contraposición.

Martínez dijo que "una vez más aparece la vieja política para realizar descalificaciones personales. El pasado domingo habíamos avanzado teniendo la posibilidad de discutir propuestas frente a la gente en un debate televisivo, pero hoy volvemos a los viejos mecanismos de agresión y desacreditación permanente", dijo para luego agregar que "acá hay una evidente alianza entre el socialismo y el kirchnerismo para impedir que se lleve adelante el cambio que los rosarinos tanto necesitan".

En su opinión, las críticas recibidas obedecen a que en sus adversarios "hay miedo. En la vieja política predomina ese temor a que los saquen del sillón en los que están sentados desde hace años, ese sillón que creen que es propio y que se olvidaron de que en realidad es de la gente, y ahora le faltan el respeto a todos los rosarinos que tienen ganas de cambiar la situación en la que vivimos", agregó. Poco después, en las redes sociales le respondieron con nuevas chicanas acerca del sillón aludido y su performance como concejala, y a su desprecio por la "vieja política" y algunos hombres que habitan la nave del Pro, como el senador Carlos Reutemann y su ex ministro Juan Carlos Mercier.

"En el Concejo hemos trabajado incansablemente, al lado de los vecinos, en todos los barrios, presentando más de cien proyectos para ponerle voz a miles de rosarinos que no son escuchados, gente que desde hace años espera que le saquen un árbol que está destrozando su casa, que pongan luminarias, o que arreglen un bache, gente que hoy camina por las calles con miedo", aseguró. Y añadió su vocación de "hablar del futuro, de propuestas, de la necesidad de cambiar las cosas para dejar una Rosario mejor a nuestros hijos".