Simón vive en la ciudad pampeana de Winifreda. Viaja cada 10 ó 15 días a Buenos Aires, donde lo asisten los médicos de ese centro de salud, según afirmó su mamá, Analía, en declaraciones televisivas.

Su madre, precisamente, explicó que tanto ella como su esposo y papá del niño, no pueden ser donantes por la incompatibilidad revelada en un estudio de laboratorio, por lo que expresó la necesidad de "un donante externo, vivo o cadavérico".

Simón, quien tiene un hermano gemelo de nombre Mateo, es sometido a diálisis y su madre afirmó que "en situaciones como estas uno aprende a valorar más la vida, a pesar del dolor".

Analía pidió que "todas las personas tomen un poquito de conciencia de que donando un órgano salvamos muchas vidas". "Uno no toma conciencia, hay muy poca información sobre la donación de órganos. Lo importante es la donación", añadió la mujer.

Simón "se alimenta por una sonda nasogástrica, por donde se le pasa un preparado", explicó Analía, quien agregó que su hijo "generalmente come bien durante la noche cuando duerme y a la hora de siesta".

"Puede hacer una vida normal, teniendo sus cuidados , es decir, no haciendo fuerza, no corriendo mucho, no estando en la pileta", explicó la madre de Simón, y agregó: "Si él recibe un riñón sería mejor su calidad de vida". En ese sentido, sostuvo que hasta una persona de 50 años puede ser donante, aunque aclaró que "cuanto más chico mejor, porque es más la durabilidad".