Veinticinco choferes particulares, nueve motociclistas, diez taxistas, tres colectiveros y un camionero cometieron infracciones de tránsito y sufrieron la quita de los registros de conducir, que recién recuperarán cuando paguen la multa correspondiente.

El gobierno porteño informó que sólo en la primera hora de trabajo se incautó de siete licencias de los conductores que no respetaron la luz roja del semáforo en una de las 25 postas dispuestas en todo el tejido urbano.

El Ministerio de Justicia y Seguridad porteño destacó, además, que del total de los registros quitados 15 fueron emitidos por la Ciudad y otros tantos por referentes municipios bonaerenses.

Los agentes de tránsito se ubicaron desde las 9 en la esquina de la avenida Garay y Salta, en el barrio de Constitución. "Estos controles contribuyen a incentivar la toma de conciencia y el sentido de la responsabilidad que cada uno de nosotros debemos tener a la hora de sentarnos frente a un volante", expresó el ministro Guillermo Montenegro.

Un automovilista, que se identificó como Carlos y a quien le retiraron su licencia, aseguró: "Crucé en verde y se puso en rojo cuando estaba detrás de un camión de caudales".

"Es la palabra mía contra la del controlador. Me siento indefenso y hay falta de criterio", denunció el hombre ante las cámaras de televisión luego de que le sacaran su carnet de conducir.

Por su parte, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, observó los operativos y explicó que a la persona que le fue quitado el registro por cometer la infracción se le entregó "un certificado que vale por 40 días".

Rodríguez Larreta dijo que el chofer sancionado "puede manejar" con esa constancia pero debe presentarse ante un juez de Faltas para "pagar la multa", luego de lo cual le será devuelto el registro.

"Si a los 40 días no va, la licencia se rompe y tiene que hacer el trámite de nuevo", agregó el funcionario. Rodríguez Larreta justificó la iniciativa al señalar que "mucha gente no pagaba" la multa "y la sanción no se hacía efectiva".

"Esta es una presión adicional para ir a pagar, pero lo más importante es cuidar las vidas", comentó.