Durante el secuestro por cinco meses, Franz Jalics y Yorio eran miembros de la orden en la que Bergoglio era provincial, es decir su máximo responsable en el país. El encuentro de hoy entre ambos fue consignado por varias agencias internacionales, aunque no trascendieron imágenes de él.

En tanto, Hebe de Bonafini le envió una misiva al Papa en la que le reclamó por los laicos y religiosos que fueron víctimas del terrorismo de Estado. "Somos madres que no abandonamos a los hijos y, como socializamos la maternidad, todos son nuestros hijos", dice el texto que destaca que "los sacerdotes, obispos y monjas son nuestros hijos; por eso pedimos y exigimos justicia y cárcel para los asesinos de todos".

"Francisco, reconozco tu valentía para enfrentar y organizar al Vaticano, ese pequeño país pero con muchísimo poder", concluyó la carta.