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El presidente Néstor Kirchner confirmó –como había adelantado Página/12 el domingo– que en septiembre enviará al Congreso un proyecto de ley de Financiamiento Educativo, cuyo objetivo es llevar el presupuesto del sector a 6 puntos del Producto Bruto Interno para 2010. El anuncio de Kirchner se produjo ayer por la tarde, en un acto realizado en Tandil (más información en la página 7). Minutos antes, como parte de las huelgas y movilizaciones universitarias que se cumplen esta semana, el Presidente había recibido a un grupo de profesores y estudiantes de la Universidad Nacional del Centro, que le reclamaron un incremento de los salarios docentes y de la inversión pública en educación.
“Nunca en la historia argentina se destinó tanto para la educación”, dijo Kirchner, al asegurar que el ingreso del proyecto de ley en el Parlamento está previsto para el viernes 9 de septiembre, justo antes del Día del Maestro. ¿Qué pretende el Gobierno con esta ley? Centralmente, establecer responsabilidades de inversión compartidas entre la Nación y las provincias, que aportarán respectivamente el 40 y el 60 por ciento del aumento presupuestario que elevará la inversión de 4 a 6 puntos del PBI. El incremento que las provincias percibirán mediante la coparticipación deberá dirigirse a mejorar los salarios docentes y a abrir nuevos cargos ante el aumento de los alumnos en las escuelas. Y el aporte nacional se destinará a obras de infraestructura, capacitación docente, libros y material didáctico. Además, con estos fondos se intentará compensar las desigualdades regionales.
Según explicó anteayer a este diario el ministro de Educación, Daniel Filmus, la ley incluirá garantías para evitar “lo que sucedió en el ’93, cuando la Ley Federal de Educación se comprometió a un incremento de la inversión pero no fijó ningún mecanismo para su cumplimiento... y Argentina nunca llegó al 6 por ciento prometido. El promedio de los países europeos está en el 5; España en el 4,4 por ciento; ningún país de América latina supera el 4 por ciento. Argentina va a hacer un esfuerzo de una envergadura sin antecedentes que es el sustento de un cambio de modelo de país”. Entre otros objetivos, la ley de financiamiento buscará garantizar un mínimo de diez años de escolaridad, escolarizar a todos los niños de cinco años, lograr la reincorporación a la escuela de los jóvenes que por edad deberían estar cursando el nivel medio o polimodal, la erradicación del analfabetismo para 2010, el reequipamiento y la modernización de las escuelas técnicas, la expansión de las tecnologías de la información, la universalización de la enseñanza de una segunda lengua. También buscará mejorar las condiciones laborales y salariales de los docentes.
Con el anuncio realizado ayer, Kirchner respondió a las demandas presentadas desde el sistema universitario, parcialmente paralizado por una importante huelga docente que inició la Conadu Histórica el martes pasado y que seguirá hasta este viernes, en reclamo del blanqueo de los adicionales “en negro” y de una recomposición de los sueldos que eleve el cargo testigo a media canasta familiar (de 466 pesos a 800 pesos). De hecho, las medidas de fuerza se intensificarán esta semana con la adhesión al paro del sindicato Conadu y con el apoyo estudiantil, que se traducirán en marchas y clases públicas en casi todas las universidades públicas del país.
Antes de hablar en el Club Independiente de Tandil, el Presidente recibió durante quince minutos a una delegación de docentes y estudiantes de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires, que habían llegado hasta el gimnasio acompañados por una manifestación de 1500 personas. “Nos dijo que no iba a hacer demagogia y que sus prioridades son la obra pública, la generación de empleo y los planes sociales. Estamos de acuerdo, pero la educación también debe estar entre las prioridades de la Nación –contó a este diario Adela Cuniberti, secretaria general del gremio Adunce–. También nos planteó que no podíamos pretender resolver de un día para el otro un atraso salarial que lleva décadas. Le respondimos que lo que hace seis meses estamos pidiendo es un cronograma de recomposición. Finalmente, dijo que no le gustan los reclamos sin propuesta y que nos espera en su despacho con una propuesta concreta. Por supuesto, vamos a discutir en la federación y vamos a llevarle un proyecto. No podemos quedarnos sólo con la promesa de una ley de Financiamiento. Queremos algo concreto para los salarios.”