Luego de encabezar la reunión del Consejo del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires el pasado miércoles, Máximo Kirchner volvió a protagonizar un encuentro en el que descubre su decisión de levantar el perfil y meterse de lleno en la campaña para la elección general del 22 de octubre. Esta vez, juntó a más de 200 representantes gremiales bonaerenses y los convocó a trabajar para “construir el triunfo” de Sergio Massa y Axel Kicillof, desde el peronismo de la provincia.

La participación del hijo de la vicepresidenta en la campaña había sido una de las grandes discusiones que, al interior del oficialismo, había tenido lugar en la previa a las PASO. Primer candidato a la Cámara Baja, con su cara ocupando los espacios centrales de la cartelería en todas las rutas provinciales, la ausencia del diputado era algo que no sólo hacían notar los propios partidarios de Unión por la Patria sino que hasta era señalado por los opositores como síntoma de una situación de tensión dentro de las filas del peronismo bonaerense.

Pasadas las primarias, Kirchner reapareció en la escena nacional desde Tucumán, en el relanzamiento de la campaña de Massa y, desde ese momento, empezó a retomar el protagonismo que supo tener en otros tiempos. Desde el acto en Tucumán pasó solamente una semana, pero los primeros movimientos hacen suponer que ese camino se profundizará con el correr de las semanas.

Este sábado reunió a rama sindical del justicialismo en el predio de la Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (FATICA), que comanda el ministro de Trabajo de la Provincia, Walter Correa, y pidió salir a trabajar para “interpelar a la sociedad acerca de las graves consecuencias que un resultado electoral adverso podría tener para los argentinos y argentinas”. “Hay que explicar que las consecuencias de la elección que viene pueden ser muy graves para los trabajadores que cuentan con un recibo de sueldo y para los que no lo tienen pero trabajan todo el día y están en la calle”, dijo el diputado y arengó a la tropa: “Tenemos que estar muy atentos y comprender acerca de cómo y quienes nos quieren enfrentar entre nosotros. El plan del poder económico con sus diferentes instrumentos busca que el trabajo de los argentinos y argentinas valga cada vez menos”.

En plan de territorializar la campaña en la provincia, Kirchner pidió continuar con la tarea de militar en cada barrio, en cada fábrica y cada uno de los espacios comunitarios “que a la vez permitan escuchar a la ciudadanía y estar atentos a las nuevas demandas y nuevos desafíos”. “Como militantes, como dirigentes y representantes de los trabajadores y trabajadoras debemos comprender y ayudar a que nuestra sociedad pueda generar independencia y libertad real, y eso viene de la mano de tener trabajo, esa es la libertad más grande lo demás es convencer a la gente de que podes ser tu propio jefe, cuando muchas veces sos tu propio esclavo”, dijo.

Una estrofa

En medio del debate que se instaló en el seno del peronismo bonaerense luego de que el gobernador Kicillof haya propuesto a la militancia “componer una canción nueva”, el regreso de Kirchner al centro de la escena parece perseguir el objetivo de lograr mechar algunas estrofas propias. Este semana, le esquivó el bulto a la disputa y cintureó una pregunta al respecto con un sugestivo “yo no me dedico a la música, soy militante y dirigente”, al que agregó que “más allá de los pentagramas, lo que importa es la gestión de Gobierno”.

En ese sentido, la agrupación que tiene a Kirchner como su máximo referente, La Cámpora, apuesta a ganar terreno en los espacios de toma de decisión y, desde allí, poder sumarse a un eventual segundo gobierno de Kicillof y retornar a la estructura nacional con una mayor incidencia que la que actualmente ostenta. Para eso, tiene sus apuestas locales que ayudarán al espacio a muscular de cara al debate que viene.

Las reelecciones de Mayra Mendoza, Juan Ustarroz e Iván Villagrán en Quilmes, Mercedes y Carmen de Areco, respectivamente, aparecen en el radar que tiene otras apuestas fuertes en pie, como la que encarna Damian Selci, que se quedó con la candidatura en Hurlingham tras vencer al ex ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta. Las candidaturas confirmadas de Julián Álvarez, en Lanús; Gregorio Estonga, en Pinamar; y Constanza Alonso, en Chivilcoy, también se suman a esas expectativas propias en donde Kirchner y su tropa pondrán un esfuerzo territorial concreto, corriendo desde atrás.

Otra estrofa

Mientras Máximo levanta el perfil en la campaña, el gobernador trabaja para engordar la base electoral expuesta en agosto con una serie de movimiento que también tiene a un grupo de intendentes como protagonistas. Muchos de ellos convocarán abiertamente para el acto que, en Ensanada, pondrá a Massa y a Kicillof en el centro de la escena. Una vez más, como sucedió muchas otras veces en la previa a las PASO. 

Confirmada está la presencia del intendente anfitrión, Mario Secco, a quien se le sumarán los referentes del peronismo de Avellaneda, San Martín, La Matanza y Berazategui, como espacios destacados. 

Consultados por BuenosAires/12 desde la famosa Mesa de Ensenada no mencionan a Máximo Kirchner aunque en medio de la campaña no debería resultar extraño que la reunión termine siendo un gran acto de unidad. Están convocados gremios, organizaciones sociales, intendentes, y funcionarios provinciales que no necesariamente están enrolados en uno u otro sector sino que están trabajando la afinación para que la canción en cuestión suene de la mejor manera posible. Sin embargo, el ensayo de Ensenada, destacan, tiene dos directores, que son los candidatos a Presidente y Gobernador. "Massa y Axel", como se los nombra entre la dirigencia. 

El estribillo

Todo ese ruido de fondo se intentará apagar para que la canción, sea la que sea, suene de la forma más armoniosa posible. El sábado, Kirchner llamó al movimiento obrero, que reiteradas oportunidades reafirmó su alineamiento detrás de la candidatura de Kicillof, a acompañar el martes en el Congreso la sesión donde se discutirá el proyecto de Ganancias.

Al hacerlo, destacó el rol de los trabajadores y la importancia de que los trabajadores y sus representantes estén "interviniendo, opinando, participando y comprometiéndose sin temor a expresar sus ideas". Al tiempo que consideró que este tipo de encuentros, cómo la tarea diaria en los lugares de trabajo "nos permiten cotejarlas y así van así saliendo las mejores ideas que son las que construyen las mayorías necesarias para poner en marcha el país". Lo dicho, "en cada fábrica, y en cada barrio". 

"Muchas veces el poder económico y sus voceros quieren enfrentar a la sociedad y hacerle creer a la gente que quien tiene recibo de sueldo, derechos, aportes y vacaciones cuenta con privilegios que son causantes de los problemas, pero en Argentina regla debe ser que se trabaje, que se tenga oportunidades", dijo el diputado que afirmó que el peronismo ni puede permitir que haya divisiones "entre trabajadores con o sin recibo". 

Echando mano al Martín Fierro dijo que si eso sucede, ese poder económico "los va a devorar". Sabe él y saben todos que lo mismo sucede con el propio peronismo de cara al 22 de octubre. "El 22 de octubre desde el peronismo vamos a construir el triunfo de Massa y Axel en la provincia de Buenos Aires y vamos a potenciar la nacional para entrar en el balotaje, ganar y construir con Sergio el futuro de la Argentina por los próximos 4 años", afirmó. En esa dirección.