El arquero Juan Pablo Carrizo minimizó ayer la situación difícil que tendrá que afrontar esta temporada River con la tabla de promedios, y dijo que “no hay que pensar en ninguna película de terror”, mientras enfatizó que el plantel está “muy comprometido para pelear el campeonato”. “Acá no hay que pensar en ninguna película de terror. Veo que el grupo está muy comprometido para pelear el campeonato. Tenemos que exigirnos día a día y saber la camiseta que defendemos”, declaró el arquero en una conferencia de prensa en el Estadio Monumental.

Carrizo comentó que “la primera impresión” que tuvo del entrenador Angel Cappa fue la de un hombre “muy noble, que le gusta jugar la pelota por abajo”.

“Angel tiene mucha trayectoria en el medio y es un técnico ideal para River. Uno recuerda lo bien que jugaba el Huracán que dirigió. Me felicitó por mi regreso, y ojalá que River vuelva a ser el club que todos queremos”, expresó el jugador.

“De River me fui como soñé, campeón. Fue mi primer campeonato con el club que me dio todo y que me vio nacer. Pasaron dos años en los que no se ha logrado nada y se complicó la situación, pero necesitamos el apoyo de todos para sacar a River adelante”, agregó el santafesino.

En cuanto a sus sensaciones en el amistoso que jugó ayer River ante Libertad de Paraguay, Carrizo resaltó el hecho de haber vestido nuevamente la camiseta de la institución, y que está bien físicamente para ser titular en el torneo Apertura 2010. “Yo voy a aportar el conocimiento que tengo a los más pequeños, y a compartir experiencias con los más grandes. Necesitamos de todos para conseguir objetivos y darles felicidad a los hinchas”, remarcó el arquero.

Carrizo debutó en River en 2006, cuando era conducido por el actual presidente, Daniel Passarella, y fue vendido a mediados de 2007 a la Lazio de Italia, a cambio de 10 millones de dólares, por cinco años. Pero debido a problemas con el pasaporte comunitario fue cedido a River por un año. En ese período obtuvo su único título con la institución, el torneo Clausura 2008, bajo el mando de Diego Simeone, con la valla menos vencida: 11 goles en 19 partidos.

El arquero llegó finalmente a la Lazio y tuvo la oportunidad de ser titular en los primeros partidos, pero su nivel fue bajando y, luego de una derrota 4-1 ante Cagliari, el técnico lo sacó de la formación. Curiosamente, el jugador seguía manteniendo el puesto en la Selección Argentina, donde Diego Maradona había dicho que era su “arquero” del conjunto nacional. Carrizo mantuvo ese privilegio hasta la histórica derrota 6-1 ante Bolivia, en La Paz, por las Eliminatorias sudamericanas, y luego el propio Maradona dejó de convocarlo.

Para tener continuidad, y con la esperanza de poder jugar el Mundial de Sudáfrica, Carrizo fue cedido a préstamo al Zaragoza de España. Sin embargo, el cambio de club tampoco lo favoreció y sus desempeños siguieron siendo bajos. Incluso también perdió el puesto en el equipo español. En consecuencia, Carrizo dejó de estar en la consideración de Maradona, y miró el Mundial desde su casa, en Villa Constitución, Santa Fe.