DEPORTES › EL CAMPEON OLIMPICO LE GANO 88-87 A LITUANIA EN EL TORNEO DE MADRID

La mística apareció justo a tiempo

Perdía por 11 puntos, pero Argentina se recuperó con un gran Delfino y un doble de Ginóbili a falta de 20 segundos.

Parecía una derrota segura. Todo indicaba que el invicto en la preparación mundialista iba a quedar en Madrid cuando Lituania ganaba por once puntos y dominaba el trámite del partido. Sin embargo, el espíritu del campeón olímpico apareció en el momento clave y la Selección logró dar vuelta el panorama, gracias a una brillante labor de Carlos Delfino, máximo anotador del partido con 23 puntos. Y con un doble de Emanuel Ginóbili a falta de 20 segundos se llevó la victoria 88-87 y la clasificación a la final del certamen Villa de Madrid, donde se enfrentará a España, que superó 89-57 a Polonia (televisa Canal 13 desde las 14).

Resultó una victoria épica del seleccionado argentino, que llegó a perder por 11 puntos (63-52), pero con esa mística y mentalidad ganadora que lo llevó a ser campeón olímpico en Atenas 2004 dio vuelta el panorama. Para ello, mucho tuvo que ver la aparición en toda su dimensión de Delfino, la potencia y lucha de Andrés Nocioni y la jerarquía de Ginóbili para cerrar el partido. Más allá del triunfo, el equipo mostró por momentos desconcentración en defensa y fallas en ataque, donde se abusó en demasía de los lanzamientos de tres puntos.

Sin embargo, este grupo tiene con qué para salir de momentos difíciles, y a falta de un juego coordinado y de efectividad, surgieron en el rectángulo otras virtudes, como la garra, el temperamento, la mística, el no bajar los brazos y el luchar cada pelota como si fuera la última. Así resolvió un compromiso que dejó en claro lo complicado que será el Mundial ante rivales con jugadores muy grandes y tiradores con mucha efectividad.

Tras un primer tiempo muy parejo, en el que los dos se repartieron errores y muy pocas veces pudieron imponer ofensivas cómodas, llegó un momento que parecía de quiebre. Fue cuando Arvydas Macijasukas, un goleador temible, tuvo una aparición fulgurante en tercer cuarto, cuando encestó 11 puntos consecutivos, con dos triples, que le dieron a su equipo esa misma diferencia en el marcador. Con Ginóbili en el banco con tres faltas personales, el liderazgo argentino lo asumió Delfino, que se encargó del tirador en defensa y guió el ataque con sus penetraciones.

De esa manera, Argentina empezó a recortar diferencias hasta quedar 82-77, momento en que Ginóbili reingresó al partido. Allí, con Delfino con peso en ofensiva, Nocioni aportando en ambos costados de la cancha y Manu resolviendo en el uno contra uno, el equipo de Hernández llegó al cierre un punto abajo. Entonces, Ginóbili amagó, cambió de pasó y se mandó entre los gigantes lituanos para depositar la bandeja de la victoria, cuando restaban 20 segundos. A Lituania le quedó una última chance, pero la gran defensa argentina obligó a Macijasukas a tomar un lanzamiento muy forzado, que terminó con las ilusiones lituanas.

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Delfino y una penetración que repitió a lo largo del partido.
Imagen: AFP
 
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