Después del intercambio epistolar entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el titular del grupo Techint, Paolo Rocca, que permitió aliviar las tensiones, funcionarios del Gobierno recorrieron las instalaciones de la planta de Siderar junto con directivos de la empresa. La visita matutina estuvo encabezada por Axel Kicillof, viceministro de Economía y director de la empresa en representación de las acciones del Estado, y la titular de la cartera de Industria, Débora Giorgi. El “ameno recorrido”, como se ocuparon de señalar desde ambas partes, duró más de dos horas. La reunión, programada antes de difundirse los cuestionamientos al Gobierno realizados por Rocca, permitió a la empresa presentar el estado de situación de las inversiones por 470 millones de dólares anunciadas por la compañía a comienzos de año. Kicillof y Giorgi emitieron un comunicado donde señalaron que el recorrido por la planta tuvo como objetivo “relevar el avance” de esos desembolsos.

La visita de los funcionarios a la planta de Siderar en San Nicolás llegó después de una semana de tensión entre el Gobierno y Techint. El lunes 3 de septiembre, Rocca disertó frente a un puñado de ingenieros y cuestionó, según le atribuyó una nota periodística, duramente la política macroeconómica argentina. Sus críticas estuvieron centradas sobre los elevados costos laborales y la pérdida de competitividad. Cristina Kirchner, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el viceministro de Economía respondieron con firmeza y destacaron la posición dominante construida por la empresa y las políticas de subsidios y administración comercial desplegadas por el Gobierno para proteger e impulsar a la industria.

La tensión comenzó a ceder el fin de semana, después de un intercambio epistolar entre CFK y Rocca, en el que el empresario rehuyó hacerse responsable de los dichos atribuidos en la nota periodística, aunque no renegó de los cuestionamientos vinculados con la competitividad. Por su parte, en su misiva, la mandataria destacó la “coincidencia conceptual” con un párrafo en que Rocca afirma que “podemos tener diferentes opiniones, pero no hacemos operaciones políticas”, dando por sentado que, al negar la versión periodística dada por Clarín, Rocca asumía que su publicación había sido producto de “una operación política”.

Ayer, los funcionarios fueron recibidos en San Nicolás por Daniel Novegil, CEO de Ternium; Martín Berardi, director general de esa empresa, y David Uriburu, director de Relaciones Institucionales de Techint. Visitaron las instalaciones y recorrieron las obras de ampliación de la planta. El plan comprometido por la empresa a fines del año pasado, después de la larga puja alrededor de la designación de tres directores en representación del 26 por ciento de las acciones en manos del Estado, proyecta inversiones por 470 millones de dólares. Esos desembolsos buscan aumentar la capacidad de producción y mejorar la logística de Siderar. Las inversiones “están en pleno proceso de ejecución y tienen un cronograma de finalización que abarca el resto del año y 2013”, explicaron Kicillof y Giorgi.

La visita a las instalaciones donde el Estado “relevó el avance de las obras” se extendió por más de dos horas. “La producción de Siderar, orientada básicamente al mercado interno, creció de la mano del fuerte crecimiento de la construcción, la industria automotriz, la línea blanca y la metalmecánica, sectores que reflejan un dinamismo excepcional desde el 2003 como resultado de las políticas públicas que impulsan el mercado interno, administran el tipo de cambio y el comercio interior y exterior”, sostiene el comunicado.