Ocho militares y un policía empezarán a ser juzgados hoy en el Chaco por la Masacre de Margarita Belén. El expediente del fusilamiento de once presos políticos y el secuestro de por lo menos otras cuatro personas en diciembre de 1976 es la causa más “paradigmática y simbólica” de lo que fue el terrorismo de Estado en el norte argentino, dijo Mario Bosch, abogado por la Secretaría de Derechos Humanos de Nación. Durante el juicio oral que llevará adelante el Tribunal Oral Federal 3 de Resistencia pasarán unos 130 testigos. Entre otras cosas, la querella espera que las audiencias permitan echar luz sobre los responsables que aún no se conocen.

Los militares acusados son Gustavo Athos René, Horacio Losito, Aldo Martínez Según, Jorge Carnero Sabol, Ricardo Reyes, Germán Riquelme, Ernesto Simoni y Luis Patetta, imputados como autores de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el número de partícipes en once hechos, y desaparición forzada de personas en cuatro hechos. También está imputado el ex policía provincial Alfredo Chas bajo la misma calificación legal, aunque como partícipe secundario. Otro procesado es el ex teniente primero Norberto Tosso, recapturado en 2008 por Interpol, pero que no estará en el juicio porque se encuentra preso en Río de Janeiro a la espera de la extradición.

“Las expectativas son que los ejecutores sean condenados a prisión perpetua y se produzca una investigación que nos permita dar con los otros responsables”, dijo Bosch, que también es abogado de los familiares de las víctimas. “Hubo un gran nivel de complicidad de civiles (miembros de la SIDE, según un informe de la Legislatura chaqueña) y sobre todo encubrimiento por parte de la Justicia federal”.

En el marco de la causa, hay denunciadas pero no imputadas otras 30 personas. Entre ellas, el ex juez federal Luis Angel Córdoba y los ex fiscales Roberto Masón y Carlos Flores Leyes, fallecido el último 24 de abril. Flores Leyes era uno de los doce acusados de la llamada “Causa Caballero”, por el ex segundo jefe de la Brigada de Investigaciones, el comisario general retirado Lucio Caballero imputado por tormentos agravados contra once ex presos políticos antes del último golpe de Estado.

La masacre se produjo el 13 de diciembre de 1976, cerca de la localidad chaqueña de Margarita Belén. Los presos políticos murieron en un operativo del Ejército y de la Policía del Chaco. La mayoría eran de la Juventud Peronista, estaban en la Unidad Penitenciaria 7 de Resistencia, de donde fueron sacados para un supuesto trasladado a un penal de máxima seguridad de Formosa. Finalmente, los fusilaron a la vera de la ruta nacional 11. El número de víctimas todavía no es preciso, porque los testimonios indican que fueron más. “Inicialmente las reconocidas fueron once”, dijo Bosch. A ellas se sumaron otras dos ya identificadas: Ema Cabral y Alcides Bosch, que estaban secuestrados y cuyos cuerpos aparecieron en el cementerio de Resistencia. Además, hay otros cuatro desaparecidos y cinco personas más que aún no están identificadas. Con esos números, dice el abogado, las víctimas serían 22.