ESPECTáCULOS › HOY COMIENZA LA QUINTA EDICION DE LA MUESTRA PORTEÑA

Buenos Aires, sede del cine mundial

El festival se presenta más consolidado, más seguro de sí mismo y, a la vez, más aventurado, más decidido a incursionar en nuevos terrenos. Se podrá ver lo más raro, audaz e innovador del panorama internacional.

Igual, pero más y mejor: así promete ser la edición 2003 del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, que quedará oficialmente inaugurada esta noche (con la proyección del film francés Vendredi Soir, de Claire Denis) y se extenderá hasta el sábado 26, un día antes de aquel en que la ciudadanía comience a decidir quién le parece el menos malo de los candidatos a gobernar el país durante los próximos cuatro años. El choque entre un opíparo menú cinematográfico y cultural y una paupérrima oferta electoral suena como algo más que una mera paradoja. Como si las constricciones económicas, las desesperanzas políticas y las incertidumbres electorales no hicieran otra cosa que servirle de estímulo, al llegar a su quinto año de existencia el máximo evento de la cartelera cinematográfica porteña se presenta más consolidado, más seguro de sí mismo y a la vez, más aventurado, más decidido a incursionar en nuevos terrenos.
Disfrutando de un presupuesto tan apretado como el de años anteriores, durante esta edición se verán más películas, se inaugurarán nuevas secciones, se recibirán más invitados que el año pasado y se ampliarán los lazos con el exterior, confirmando que el Bafici se halla definitivamente instalado dentro de la agenda internacional de eventos cinematográficos de alta consideración. Una vez más, el festival que desde hace dos años dirige el crítico cinematográfico Quintín servirá de puente entre Argentina y el mundo, permitiendo al público local ver lo más raro, audaz e innovador del cine internacional, y lanzando a su vez una nueva horneada de películas argentinas, de esas que irán llegando a los más importantes festivales del mundo entero de aquí en más. La coyuntura no hace más que acentuar la significación del festival, que será, más que nunca, punto de encuentro para toda esa clase de cine que representa una resistencia mundial frente a la invasión de “tanques” hollywoodenses (dadas las circunstancias, el vocabulario militar suena más apropiado que nunca). Y al mismo tiempo recortará, dentro de la cartelera local, la única opción para ver una cierta clase de cine que llega cada vez menos a las salas de estreno, tomadas por el ejército de ocupación visual hollywoodense.
A la vez, el rol del Bafici como plataforma de lanzamiento de lo más nuevo del nuevo cine argentino (ver aparte) se redobla, en momentos en que ya no sólo los festivales, sino los mercados cinematográficos del exterior se presentan cada vez más receptivos para lo que se produce aquí. De un año a esta parte, un número inédito de películas argentinas se ha venido estrenando en Nueva York, Londres, Madrid o París, y el festival porteño es el ámbito natural en el que esas películas se presentan. De allí, seguramente, que este año llegarán más visitantes internacionales que nunca. Entre funcionarios, programadores y directores de festivales, periodistas y críticos se cuenta casi medio centenar de invitados (sin contar actores, realizadores y productores), prueba palpable de la repercusión que el festival viene logrando en el exterior. A diferencia de otros años, esta vez el puente no se establece sólo con las cinematografías más distantes sino también con las más cercanas. Una docena de películas brasileñas darán testimonio, en las distintas secciones, de la recobrada vitalidad del cine de ese país, mientras que la presencia en Buenos Aires de Orlando Senna (flamante secretario de artes audiovisuales del gobierno de Lula) servirá para darle a ese desembarco un marco político.
Integrada como de costumbre por primeras y segundas películas, dentro de la competencia oficial del Bafici figuran títulos que desde hace casi un año se cuentan entre los grandes hallazgos del cine internacional, desde la mexicana Japón hasta la mauritana Esperando la felicidad, pasando porla brasileña Madame Satâ y la tailandesa Blissfully Yours. Como de costumbre la más nutrida de la programación, la sección “Panorama” permitirá ver la producción más reciente de David Cronenberg (Spider), Gus Van Sant (Gerry), Takeshi Kitano (Dolls), Aki Kaurismaki (El hombre sin pasado), Luc y Jean Pierre Dardenne (Le fils), Spike Lee (La hora 25), Marco Bellocchio (La hora de la religión) y Aleksandr Sokurov (Taurus), entre muchos otros. Habrá, como es clásico en el Bafici, mucho cine asiático, repartido en las distintas secciones y con un foco especial dedicado al nipón Nobuhiro Suwa, casi enteramente desconocido por aquí. Otros cineastas notorios cuya obra dará a conocer el festival a través de retrospectivas son el georgiano Otar Iosseliani, los alemanes Harun Farocki (ver aparte) y Fred Kelemen, el canadiense Peter Mettler y el francés F. J. Ossang.
Una novedad son las secciones paralelas cuya curaduría ha quedado a cargo de personalidades extranjeras. Así, el británico Simon Field, director del Festival de Rotterdam, preparó especialmente para el Bafici “Excéntricos y visionarios”, programa dedicado a descubrir lo más atípico del cine inglés, desde clásicos de todos los tiempos como A Canterbury Tale hasta clásicos del futuro, como la obra de los hermanos Quay. Tony Rayns, máximo especialista internacional en cine asiático, pone al alcance del público “Nuevo cine queer chino”, última de las olas orientales. El crítico australiano Adrian Martin trae bajo el brazo “Una historia secreta del cine australiano”, programa integrado por casi una veintena de películas, tan secretas que ni sus propios connacionales conocen. El francés Bernard Benoliel se despachó, a su turno, con “A todo vapor”, una sección cuyo tema es la velocidad en el cine y que recopila desde Jour de fête de Jacques Tati hasta Chungking Express de Wong Kar-wai, pasando por clásicos –nunca vistos aquí– de Godard y Rossellini. Habrá un foco en el cine palestino, enteramente desconocido en Argentina. Y habrá, como siempre, encuentros formales e informales, charlas, clases magistrales, conferencias, mesas redondas, seminarios... Todo tan bulímico como siempre, pero más y mejor.

Compartir: 

Twitter

“Dolls”, la nueva del japonés Takeshi Kitano, está entre las películas imperdibles de hoy.
 
ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.