ESPECTáCULOS › RETROSPECTIVA HARUN FAROCKI, CRITICO DE LA MIRADA
Cuando las imágenes hablan
Injustamente desconocida hasta ahora en América latina, la obra de Harun Farocki (de quien comienza hoy su retrospectiva en el Bafici) puede ser considerada, sin temor a error, como una de las más originales, complejas y sofisticadas de todo el cine alemán de la modernidad. Autor de un cine que descree de las categorías y para el que las etiquetas de “ensayo” o “documental” son sin duda insuficientes, Farocki ha desarrollado una suerte de taxonomía de las imágenes, que le permite descubrir la ideología que subyace a la técnica, o la manera en que esa técnica a su vez es capaz de generar nuevas estructuras de pensamiento. Se diría que nada del universo de las imágenes le es ajeno a Farocki, que ya desde su primer film reconocido internacionalmente, Fuego inextinguible, un corto de agitprop realizado al calor de mayo del ‘68 y que hoy pareciera tener más actualidad que nunca, se pregunta: “¿Cómo hacer un film sobre el napalm?”.
En este film fundacional en la obra de Farocki se encuentra ya una crítica de la mirada, en la medida en que se trata de analizar no sólo las imágenes en sí y su proceso de producción sino también la responsabilidad del espectador frente a aquello que tiene delante de sus ojos. Mirar una imagen. De eso se ocupa con obstinación, con rigor, con austeridad el cine de Farocki, como si quisiera descubrir qué significa realmente aquello que tiene ante sí y cuáles son sus implicancias, ya se trate de los estudios fotográficos y topométricos que están en el centro de Imágenes del mundo y epitafios de la guerra –un film que tiene ya tres lustros y también habla hoy con más actualidad que nunca– o de los registros ciegos de las cámaras electrónicas de vigilancia de las prisiones de máxima seguridad de los Estados Unidos, que constituyen el núcleo de Imágenes de prisión. El lunes 21, con la presencia del crítico Alan Pauls, Farocki presentará un libro con una selección de sus textos, auspiciado por el Goethe-Institut, como toda la muestra.