SOCIEDAD › LOS OVNIS PERDIERON PRENSA, PERO LOS UFOLOGOS SOSTIENEN QUE CADA VEZ HAY MAS

Que los hay, los hay

Ya casi no aparecen noticias sobre objetos extraños en los cielos. Fabio Zerpa perdió rating. Pero los fanáticos dicen que los ovnis crecen como nunca. Protestan porque los medios se burlan. Y juntan firmas para que se desclasifiquen los archivos que, juran solemnemente, esconde el Gobierno sobre el fenómeno.

 Por Soledad Vallejos

Aunque no se vean, siempre están. Y aún más: de un tiempo a esta parte sus apariciones han crecido en frecuencia y cantidad, a tal punto que van definiendo patrones. Eso dicen los especialistas del fenómeno ovni en Argentina, cuando ante la consulta de Página/12 no pueden menos que refutar azorados lo que escuchan. “Claro que hay, y cada vez más, lo que pasa es que los medios a esto lo toman en broma”, retruca Silvia Pérez Simondini, la investigadora a cuyo empeño se debe el único Museo Ovni del país. “El termómetro que tenemos nosotros, no sólo acá, en Argentina, sino en el mundo entero, es el periodismo. Y el periodismo sólo a veces da la noticia, y entonces empiezan a proliferar distintos casos... pero en realidad el ovni está presente siempre”, ratifica por su parte el hombre que vivió la mitad de su vida con un nombre convertido en sinónimo de fenómenos voladores, Fabio Zerpa. Tan fuerte es la convicción de los iniciados que desde principios de junio buscan firmas para solicitar a la presidenta Cristina Kirchner y al Congreso que los documentos secretos al respecto –que, aseguran con plena convicción, existen– sean desclasificados.

¿Qué respaldan tantas certezas de lo sucedido y tanto optimismo ante lo por venir de los cielos? Por empezar, más de mil videos compartidos en YouTube, alrededor de medio millón de sitios que refieren avistajes y comparten observaciones, en ambos casos refiriéndose pura y exclusivamente a lo sucedido en Argentina. En 2008, los registros –oficiosos– de los investigadores nacionales dieron cuenta de “la gran oleada”: 550 casos reportados en los doce meses. Entre enero y junio de 2009, cuando la progresión de los años anteriores indicaba un descenso, se han reportado 235 casos cada semana. A ello hay que sumar la ola de animales que están apareciendo extrañamente mutilados en distintas provincias.

Los ovnis van y vienen,
los archivos quedan

Durante mucho tiempo, Silvia Pérez Simondini vivió en el Sur. “Andaba de pozo en pozo, porque mi marido era ingeniero en petróleo. Viví ocho años en Caleta Olivia, y ahí tuve una gran experiencia: un ovni voló sobre mi casa, todo Caleta lo vio. Desde entonces me hice la formal promesa de investigar este tema.” Era agosto de 1968, ese día su hijo “del medio” cumplía un año y ella era una joven que no podía entender que “a las seis menos diez de la tarde un ovni enorme volara sobre mi casa”. Así se metió de cabeza en un tema que antes no le había interesado más que al paso y por tener tema de conversación casual. “Eso me cambió la vida: encontré mi vocación.”

Cuarenta años después, y radicada en Entre Ríos desde los ’90 (cuando Victoria fue escenario de episodios ovni), es la fundadora del Museo Ovni y una de las investigadoras más activas del asunto en el país. Simondini es, también, uno de los pilares de la Comisión de Estudio del Fenómeno Ovni de la República Argentina (Cefora) que, tras una reunión realizada en Victoria, se lanzó a recolectar firmas en todo el país. “En un comienzo, necesitamos cien mil, para que un legislador pueda tomar nuestro pedido y pergeñar un proyecto para llevar a la Cámara, y que allí se permita la desclasificación de los archivos ovni de nuestro país. Ya pasamos de las mil y pico de firmas. En el Cono Sur los únicos que bregamos duramente con esto somos Perú y Argentina... Estamos muy entusiasmados, porque son 22 ya los países que han desclasificado. Eso se está haciendo en Brasil, se hizo en Uruguay, Chile y Ecuador, todos ellos ya dan a conocer lo que tienen los archivos militares.” Simondini asegura que aquí “hasta la policía tiene archivos ovni”, lo cual sin duda multiplica las conjeturas sobre lo que podría hallarse.

–¿Por qué piden la desclasificación?

–En realidad, nosotros, como investigadores, tenemos conocimiento de todo, pero esta desclasificación la pedimos por varios motivos. Número uno, queremos que la gente se dé cuenta de que esto dejó de ser ciencia ficción y es una realidad. En el mundo están ocurriendo cosas impresionantes con los ovnis. En segundo lugar, que se sepa que todos los organismos oficiales tienen laboratorios para investigar esto. Pero nosotros, para hacer análisis de los elementos que vamos encontrando en investigaciones de campo... tenemos que recurrir a lugares onerosos, nos cobran fortunas. A nosotros, en nuestras investigaciones nadie nos ayuda: no tenemos subsidios ni presupuestos de nada. En cambio, si los archivos y las investigaciones estuvieran desclasificados, podríamos tener análisis en laboratorios universitarios. Hasta ahora, todo sale de nuestro bolsillo, aunque sea para compartirlo con la gente. Tenemos gran necesidad de que todo esto lo conozca el público, porque además así hay posibilidades de poder ir informando lo que va sucediendo, cosa que ahora no se hace.

–Entonces ustedes dicen que no es que ya no haya ovnis.

–No, al contrario. Lo que pasa es que cuando un medio nos invita, salimos ridiculizados, somos como payasos de circo. Y si esto fuera oficial, nadie se podría reír.

¿Qué tipo de datos han quedado en los registros? “Muchísimos –afirma Simondini–; de las caídas de ovnis en nuestro país el público no se entera nunca, pero hay.”

El boca en boca cambió

El fulgor que tenían los ovnis en el territorio de las noticias fue apagándose a medida que se encendían los focos de la producción de ficción: a la desaparición progresiva de avistamientos en noticieros, diarios y revistas, se sumaron series exitosas y películas de lo más taquilleras que hacían de la vida extraterrestre su tema. Simondini, por caso, está totalmente convencida de que, más allá de que el tratamiento risueño del tema ahuyenta a los investigadores y testigos de brindar su palabra a los medios, la clave está en la ficción.

–¿Por qué habría un desplazamiento del lugar en que se cuentan esas cosas?

–Es que últimamente las que están contando la realidad son las películas. Mirá La cuenta regresiva, mirá La montaña embrujada, son todas nuevas, películas que están contando la verdad pero por algo... creo que esto lo está usando Estados Unidos para no tener que decir oficialmente lo que están informando.

–¿Qué serían esos contenidos velados pero contados a hurtadillas?

–Bueno, en Cuenta regresiva están explicando algo científico y que está conmoviendo a la NASA en este momento, que es algo que está ocurriendo con el sol... Mirá la página de la NASA.

Sin llegar a ser la información altamente especializada, aun cuando sea para público no tan neófito, del centro de investigaciones espaciales estadounidense, los avistadores, investigadores y fans de los ovnis argentinos tienen más de un rincón en Internet. Eso también transformó (y sigue transformando) profundamente la lógica del funcionamiento de los fenómenos espaciales. Además de Visión Ovni (el site creado por Simondini y desde el cual puede bajarse el programa de radio que conduce los lunes por la noche en la radio entrerriana Libertad, www.visio novni.com.ar) y la ya mencionada Cefora, existe la Unión Investigadores de Fenómenos Anómalos (www.unifaweb.com.ar), multitud de sites de investigadores independientes y también el rincón digital del decano del tema: www.fabiozerpa.com.ar

Precisamente Zerpa atiende el teléfono desde algún lugar de la provincia de Buenos Aires, adonde eligió retirarse cuando se cansó de la ciudad, y desde donde organiza cursos, escribe cuando puede y se dedica al mismo tema por el cual cambió la actuación cuando era un treintañero. Ahora tiene 80, y no evita algún berrinche ante la pregunta:

–¿Entonces no es verdad que ya no hay ovnis?

–No estoy de acuerdo con eso. No es que no se vean, sino que nuestro termómetro es el periodismo. Y el periodismo no siempre da la noticia. Pero el ovni siempre está presente. Te puedo citar un caso ejemplar: en 2008, hubo una oleada, se vieron en promedio más de dos ovnis por día en todo el territorio de la Argentina.

–¿Y dice que todos los casos fueron ratificados?

–Sí, claro. Son de distintas variedades. Ha habido casos de visualización del primer tipo, que es cuando se visualiza un aparato raro en el espacio atmosférico; ésos fueron innumerables. También están los famosos ovnis invisibles, en los que la cámara fotográfica tal vez capta una mancha negra, o un aparato o algo en el cielo, y si uno lo va ampliando, ve perfectamente que se trata de un aparato tecnológico: la clásica forma de dos platos soperos unidos por los bordes, que es sólo una de las 163 formas que tienen esos aparatos, que están todas catalogadas e identificadas. Estos ovnis invisibles ahora son más frecuentes, y hay muchas fotos de testigos porque la tecnología ha avanzado muchísimo y lo facilita. Pasa que estos se llaman ovnis invisibles porque tienen una tecnología que a veces no le permite al ojo humano verlo, pero sí lo puede registrar la cámara fotográfica. En la oleada del 2008 hubo del primer tipo, pero también ha habido del segundo tipo, que es cuando baja el aparato y deja huellas de su paso. En El Remanso, un barrio cercano a donde vivo, aparecieron huellas en el jardín de una casa, las dejó una luz que apareció a medianoche. En Salta ha habido agroglifos, que son círculos geométricos que resultan de la presencia de ovnis. Lo que pasa es que cuando hay estas huellas, o esta luz, no es que el aparato esté ahí: a lo mejor está a miles de kilómetros del planeta Tierra.

–¿Y supuestamente en lo que va de este año también se registraron muchos casos?

–Hace 10 días, estas luces, que en realidad son como haces de luces compactas, más del estilo de los láser que de la luz habitual, se hicieron presentes en Nogoyá. Hicieron mutilaciones de ganado.

–¿Para qué hacen eso?

–Tenemos una hipótesis desde hace treinta años, y es que simplemente lo hacen para investigar. Esto también pasa, pero si el periodismo no se hace eco de las investigaciones, el público no se entera. Pasa que el periodismo, me da la impresión, quiere que los extraterrestres ya no sean noticia, ni ver un ovni ni ver las huellas de un ovni. Y sin embargo hay todos los días. Es como que eso ya no interesa. No sé, a lo mejor quieren que la nave baje en el Obelisco y se encuentre con Cristina Kirchner.

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