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Otros dos casos de violaciones se denunciaron ayer en la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos ocurrió en City Bell, partido de La Plata: una abogada fue sometida sexualmente en su casa por uno de los delincuentes que la habían asaltado. En el otro, resultó afectada una estudiante de 17 años, quien fue violada a la salida de un colegio de Ezpeleta, donde había concurrido a rendir un examen.
Cronológicamente, el primer caso ocurrió el miércoles a las 12.45, aunque recién fue denunciado ayer. La víctima fue una chica de 17 años que fue atacada cuando caminaba por las calles República de Francia y Centenario, de Ezpeleta, partido de Quilmes, tras haber rendido un examen de una materia previa en un colegio cercano. La chica fue amenazada desde atrás por un ciclista, que le apoyó un objeto en la espalda, simulando que tenía un arma. La obligó a caminar hasta un descampado ubicado en el Club Aeronáutico de Quilmes, donde la golpeó y, tras obligarla a quitarse los pantalones, la sometió sexualmente.
En un momento, la adolescente tomó una piedra que había en el piso y golpeó en la cabeza al violador, quien se apartó a un costado, lo que fue aprovechado por la víctima para escapar del lugar. La joven fue socorrida por el conductor de una camioneta que pasaba por la zona, mientras que el violador escapó en la bicicleta. La policía, que recibió la denuncia ayer, caratuló el caso como “abuso sexual con acceso carnal”. Los médicos forenses constataron “escoriaciones en el cuello y en el tórax y un desgarro vaginal, ya que al parecer la chica era virgen”, explicó una fuente del caso.
El otro hecho ocurrió ayer a la madrugada, cuando tres delincuentes armados y encapuchados interceptaron a la abogada, cuando ingresaba a su casaquinta, en su automóvil, a las 2 de la madrugada. Una vez en el interior de la vivienda, los asaltantes ataron y encerraron en una habitación a dos hijos mayores de la mujer. Y mientras dos de ellos revisaban la casa en búsqueda de dinero y otros objetos de valor, el tercero tomó a la mujer y la trasladó a otra habitación, donde la violó. Antes de irse, los ladrones –dos de ellos jóvenes, según relataron las víctimas– se dirigieron a la cocina y comieron los alimentos que había en la heladera. Luego cargaron los electrodomésticos en un automóvil y escaparon del lugar.