Tras el agónico triunfo conseguido el sábado en Paraná y con la mente puesta en el Superclásico de mañana, River se entrenó ayer a puertas cerradas en Cardales, un lugar donde Marcelo Gallardo acostumbra a concentrar a sus dirigidos antes de partidos importantes. Así lo hizo en la previa de los cruces finales de la Libertadores 2015, que finalmente obtuvo, y para la edición del año pasado, donde cayó en semifinales, a manos de Lanús.

El plantel millonario realizó trabajos tácticos y de definición a las órdenes del Muñeco, quien todavía no se decide por el equipo para enfrentar a Boca en Mendoza. A priori, Gallardo tiene definido el arquero (Armani), su defensa (Montiel, Maidana, Martínez Quarta, Saracchi) y su dupla de ataque (Pratto y Mora). La duda pasa por el mediocampo. Ponzio y Gonzalo Martínez –recientemente recuperado de una lesión– son fijas, pero resta saber quiénes los acompañarían. Los nombres saldrán del lote compuesto por el colombiano Quintero, Enzo Pérez e Ignacio Fernández. Aunque Scocco también está en la consideración, lo que conllevaría un cambio en el planteo. Pero el ex Newell’s no pasa por su mejor momento desde que llegó a Núñez. Como correlato del flojo nivel mostrado por su equipo recientemente, el santafesino marcó sólo un tanto (de penal) en sus últimos seis encuentros, y perdió terreno ante el buen rendimiento del uruguayo Mora (que regresó a fines de enero de una larga inactividad) y de Pratto, el fichaje estrella llegado en el verano.

Hoy por la mañana los de Gallardo realizarán su último entrenamiento antes de partir, a las 19, hacia la provincia cuyana con plantel completo.