El caso de Mariela Belski, directora ejecutiva y vocera de Amnistía Internacional en la Argentina, es uno de los ejemplos de ataques de la cibertropa vinculada al gobierno que menciona el informe del organismo de derechos humanos. La agresión documentada se produjo luego de que Sergio Maldonado, hermano de Santiago, diera una conferencia en la sede de la organización. Los siete días posteriores a este hecho hubo en Twitter un record de menciones en las que se le adjudicaba a Belski haber trabajado con la entonces Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Cabó, algo que era falso. “La intención de esta acción coordinada fue generar un efecto negativo sobre la figura de Belski y conforme el análisis del caso se muestra que fue impulsada por usuarios con identificación directa con el gobierno”, señala en informe. AI revela que la información falsa surgió de dos cuentas (@loladlaguarda y @buchonsito01) que sembraron un contenido que fue retweeteado sistemáticamente sin lograr generar una conversación orgánica significativa. AI informó además que Belski, por política institucional, no tiene un perfil personal en Twitter, por lo tanto sus menciones en esa red social son muy reducidas. En general, su nombre aparece luego de alguna participación en medios de comunicación, pero no de forma muy significativa. En los días analizados a partir de la campaña de fake news, el tema tuvo 153 tweets originales y 4452 retweets. Los dos tweets de los usuarios de los que “surgió” la información representan el 66 por ciento total de las interacciones generadas. “La observación de los usuarios que con mayor autoridad en la red participaron de la escalada de difamación contra la defensora de derechos humanos muestra un claro vínculo temático y político con el oficialismo”, asegura Amnistía.