El juez Jorge Ballestero, presidente de la Cámara Federal porteña, defendió el mecanismo utilizado para conformar la sala que resolvió la excarcelación de los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa. Ante un pedido de la Corte Suprema de Justicia para que se investigue la integración de la Sala I de la Cámara, cursado a través del Consejo de la Magistratura, el magistrado respondió ayer mismo que no fue necesario realizar un nuevo sorteo para designar al tercer juez (imprescindible para conformar una mayoría ante las posiciones disidentes del propio Ballestero y de Leopoldo Bruglia) ya que su colega Eduardo Farah había sido designado desde el 15 de diciembre en una causa conexa. La diputada Elisa Carrió, por su parte, puso la mira en los jueces que fallaron en contra de la estrategia del Gobierno al reclamar que se investigue a Ballestero por una supuesta “motivación económica” y a Farah por “posibles vínculos” con directivos del casino de Puerto Madero. El ministro de Justicia, Germán Garavano, respaldó anoche en TV lo que llamó “denuncia” de Carrió. El Consejo de la Magistratura dio curso de inmediato a la denuncia por enriquecimiento contra Ballestero

López recuperó la libertad el viernes pasado luego de 87 días en la cárcel de Ezeiza. “No estuve preso, estuve secuestrado. Hubo una orden política”, declaró a la prensa y responsabilizó al juez federal Julián Ercolini. Negó tener relación con Cristina Kirchner y advirtió que “todo lo que huele a Cristina hay que meterlo preso, porque el objetivo es Cristina”.

La revocación de la prisión preventiva, que también incluyó a De Sousa, fue resuelta por el voto de Ballestero y Farah, con disidencia de Bruglia. La detención de los empresarios fue una “alevosa arbitrariedad”, destacó el voto mayoritario. El tribunal recalificó además el hecho, que pasó de defraudación a la administración pública a apropiación indebida de bienes, que tiene una pena de entre dos y seis años e implica que la causa pase al fuero penal económico.

A partir de esa resolución, con todos los operadores oficiales apuntando sus cañones a ambos jueces, la Corte Suprema envió ayer una nota al Consejo firmada por sus cinco integrantes para que investigue el procedimiento de conformación de la sala para determinar si existió “alguna irregularidad en esa conformación”. El presidente del Consejo, Miguel Piedecasas, remitió el pedido a Ballestero, que de inmediato envió su respuesta y defendió la decisión. Recordó que la sala tiene sólo dos miembros estables desde la destitución de Eduardo Freiler, relató que la apelación al procesamiento de los empresarios llegó al tribunal durante la feria de enero pero que en realidad Farah había sido designado por sorteo en una causa conexa el 15 de diciembre. Según el sistema de adjudicación de causas del fuero criminal y correccional federal, en ese caso se mantiene la integración “para las posteriores intervenciones durante todo el trámite de la misma, en los sumarios conexos y sus incidencias”, citó la acordada 37/12 de la propia Cámara.