Desde Lima

En un país con cinco ex presidentes y buena parte de su clase política envueltos en denuncias de corrupción, se inició ayer la octava Cumbre de las Américas, que tiene como tema central el problema de la corrupción y la gobernabilidad. Una ironía que marca  este encuentro presidencial. Si en la anterior cumbre de Panamá en 2011 se incorporó a Cuba, en esta cumbre, que se da en un contexto de restauración conservadora en la región, se ha excluido al presidente de Venezuela. Mauricio Macri llegó a Lima ayer al final de la tarde para participar en este encuentro presidencial sobre el problema de la corrupción, un tema que agobia al presidente argentino y a varios de sus funcionarios. 

Macri se reuniría hoy con el vicepresidente norteamericano Mike Pence, quien reemplaza al ausente Trump en este encuentro, con quien hablaría sobre el tema de los aranceles al acero y al aluminio. También tendría encuentros bilaterales con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.    

El jefe de Estado ecuatoriano, Lenín Moreno, que el jueves fue uno de los primeros mandatarios en arribar a Lima, tuvo que regresar ese mismo día a su país ante el anuncio de la muerte de los periodistas tomados como rehenes en la frontera con Colombia, lo que se confirmó ayer. 

El presidente anfitrión, Martín Vizcarra, inauguró ayer en la noche la octava Cumbre de las Américas, que reúne a 35 gobiernos del continente, y que por primera vez en sus ocho ediciones no cuenta con la participación de un presidente de Estados Unidos, luego que Donald Trump se bajó de la cumbre en el último momento. Hoy es la plenaria de presidentes, que luego tendrán un encuentro privado. La cumbre cerrará hoy a la tarde con una declaración sobre el tema de corrupción y gobernabilidad.

Con varios gobiernos participantes involucrados en denuncias de corrupción -el caso de Temer es el más notorio pero no el único, también están los de Macri, Santos, Peña Nieto y otros con serios problemas de corrupción encima- no hay muchas expectativas de que salga una declaración final con acuerdos efectivos para enfrentar este grave problema. 

El presidente argentino se encuentra entre quienes buscan aprovechar este foro para una condena al gobierno de Venezuela, asunto que no está en la agenda oficial del encuentro presidencial. Esta postura es impulsada por Washington. Por la oposición de gobiernos como los de Bolivia, Cuba y otros, una resolución de condena a Venezuela no tiene posibilidades de ser aprobada por consenso.

Antes de la inauguración oficial del encuentro presidencial, se desarrolló una cumbre empresarial auspiciada por el BID. Ante un auditorio de empresarios y funcionarios del mundo financiero, el presidente boliviano, Evo Morales, dijo, en un breve discurso a contracorriente de la tónica de la cita, que ese foro empresarial no debía ser “solamente para hacer más y mejores negocios” y demandó “políticas públicas que permitan mejorar la calidad de vida”. Habló de “una crisis estructural del capitalismo” y señaló que el modelo neoliberal “nos ha empobrecido en beneficio de pocos” y “está en decadencia”. Defendió el modelo económico de su gobierno, destacando que Bolivia es el país de América del Sur que ha tenido el mayor crecimiento económico en los últimos cuatro años. 

En este foro empresarial también hablaron los presidentes de Perú, Martín Vizcarra; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Juan Manuel Santos; de México, Enrique Peña Nieto; y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Hubo coincidencia en los elogios a la empresa privada y el libre mercado.

Ivanka Trump participó en un panel sobre “el empoderamiento económico de la mujer a través de alianzas público-privadas”, el que fue presentado por el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, quien se desvivió en adulaciones a la hija de su jefe, a quien llegó a llamar “una verdadera mujer del renacimiento”. Cuando le tocó hablar, Ivanka Trump empezó diciendo que estaba muy emocionada de estar en esa cumbre, dijo algunas generalidades sobre las barreras que afectan a las mujeres y señaló que le apasionaba promover que las mujeres se vuelvan empresarias. Luego anunció que su país aportará 150 millones de dólares para una iniciativa en favor de las mujeres emprendedoras para que accedan a créditos y mejoras laborales.   

Paralelamente a la Cumbre de las Américas, se lleva a cabo la Cumbre de los Pueblos, organizada por gremios sindicales, organizaciones sociales, grupos indígenas y partidos de izquierda de la región, con la mira puesta en avanzar en una articulación regional para responder a la ofensiva conservadora. 

El jueves, las Cumbre de los Pueblos salió de los auditorios a las calles, con una movilización de más de tres mil personas por el centro de Lima, durante la cual se lanzaron consignas en apoyo a Lula, a Maduro, a Evo y a Cuba, y en contra de Trump y Estados Unidos. “Lula libre”, fue el grito más escuchado. La movilización, acompañada todo el tiempo por un numeroso contingente policial, se detuvo un momento frente a la embajada de Venezuela, en muestra de apoyo a su gobierno. Cuando llegaron a la Plaza Dos de Mayo, tradicional lugar de protestas populares que era el punto final de la movilización, encontraron las luces de la plaza apagadas, burda maniobra de boicot de las autoridades. La manifestación fue silenciada por los grandes medios. 

No muy lejos de allí, otra marcha tenía un sentido totalmente opuesto. Miembros de la oposición venezolana, muy activa en Lima en estos días, se congregaron en la céntrica Plaza San Martín para protestar contra Maduro y pedir sanciones contra su gobierno. Ellos no tuvieron problemas de falta de luz en el lugar que se concentraron. La protesta estuvo encabezada por el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, llegado a Lima para la ocasión. Menos numerosa que la otra marcha, tuvo, sin embargo, bastante difusión mediática.