El juez Carlos Vera Barros puso la firma y ya es oficial que la Justicia Federal juzgará por primera vez a miembros de la banda Los Monos por delitos de narcotráfico en la causa Las Patrones, que fue elevada a juicio de manera formal. Los Patrones es una causa por delitos de narcotrafico que habrían cometido Los Monos desde la cárcel, cuando se encontraban detenidos a disposición de la Justicia provincial. El 9 de abril concluyó el histórico juicio a la banda en el fuero provincial, con penas de 37 años para Ramón Ezequiel Machuca, alias "Monchi Cantero" y 22 años para Ariel Máximo "Guille" Cantero, considerados cabecillas de la banda que se originó en barrio Las Flores de la zona sur de Rosario. A Jorge Emanuel Chamorro le dieron 12 años de prisión por ser hallado penalmente responsable de asociación ilícita en calidad de miembro y por homicidio con uso de arma de fuego. También por delitos de robo (condenas unificadas).

Los fiscales habían solicitado hace casi un mes al Juzgado Federal Nº 4 de Rosario enviar a 32 integrantes de la organización investigada desde 2014 a debate oral y público. Quienes lideraban las operaciones de la banda, según la causa Los Patrones, son Guille Cantero, Jorge Chamorro y sus respectivas parejas. El juez Vera Barros rechazó en su resolución las oposiciones a la elevación a juicio deducidas por los defensores de los imputados y este jueves firmó el dictamen. No tiene fecha de inicio confirmada pero sería antes de fin de año. El magistrado es subrogante de ese juzgado federal 4, cuyo titular Marcelo Bailaque se encuentra de licencia. En el juicio intervendrá el Tribunal Oral Federal N 3, de reciente creación e integrado por Mario Gambacorta, Eugenio Martínez Ferrero y Osvaldo Facciano.

La investigación en la causa Los Patrones se originó el 19 de noviembre de 2014 a partir de una comunicación hecha a la Fiscalía Federal N° 3 por parte de la Superintendencia de Drogas de Peligrosas ‑sección Rosario‑, donde se puso en conocimiento que el día anterior se había detectado la posible comercialización de estupefacientes en la intersección de las calles Chávez y Laprida, en la zona sur.

Desde entonces, el trabajo de la Fiscalía apuntó a desentrañar a los responsables de los distintos roles y jerarquías, desde los "soldaditos" encargados de custodiar los puntos de comercialización hasta los encargados de proveer el material estupefaciente, incluyendo a quienes facilitaban el almacenamiento y la logística a la organización.

Las intercepciones telefónicas dan cuenta que, desde su lugar de detención, se comunicaban frecuentemente con sus parejas para determinar los ingresos y egresos monetarios de la empresa ilícita, coordinar el pago de determinadas deudas, conseguir armamento o contratar "muchachos" para custodiar los puntos de venta, circunstancias que dan cuenta de que los cuatro imputados mantenían el dominio sobre la logística económica de la organización.