El año pasado, el Colegio de Jueces de Segunda Instancia (la Cámara Penal) definió quedarse en el edificio de Balcarce y Pellegrini, para priorizar el espacio de sus colegas de primera instancia, en el Centro de Justicia Penal. El ministro de la Corte, Daniel Erbetta, planteó que el edificio tiene todo lo necesario para el funcionamiento del sistema penal, pero señaló que si se trasladaba también la Alzada, se reducirían los espacios para otros organismos. Al mismo tiempo, se atribuyó que no haya quedado espacio para los camaristas al "crecimiento" que tuvo la Fiscalía en los cuatro años desde su puesta en funcionamiento, con el nuevo sistema. Así, las audiencias de apelación seguirán realizándose en el tradicional edificio, con cuatro salas a disposición para de esa instancia.