Si bien el anuncio de la muerte de Avicii el viernes pasado sorprendió al mundo entero, el enigma que aún gira en torno a las causas de su defunción  generó un suspenso con tintes cinematográficos. Y es que tras dos exámenes post mortem (el último se realizó este lunes), la policía de Muscate, centro turístico del sultanato de Omán donde el icono del EDM se encontraba vacacionando, sólo se limitó a informar que su fallecimiento no fue un crimen. Al tiempo que el hermano del productor y DJ sueco se encuentra en el país árabe para repatriar su cuerpo, su novia publicó a través de su cuenta en Instagram la última conversación que tuvo con él por WhatsApp, en la que éste incluso le pregunta sobre el horario de su vuelo de regreso. Por el momento, la familia del artista de 28 años, que llegó a cobrar 250 mil dólares por set, por lo que se estima que su herencia gira en torno a los 23 millones de dólares, lanzó un comunicado en el que agradece los “homenajes en público, campanas de iglesias sonando con su música, tributos en Coachella y momentos de silencio”. 

Mientras artistas de la escena electrónica, Madonna (una de las tantas figuras del pop que requirió de sus servicios, como Rhianna y Coldplay) y hasta la realeza sueca expresaron su dolor por su muerte mediante las redes sociales, Neil Jacobsen, del sello Geffen Records, advirtió que en las próximas semanas se juntará con la familia de Tim Bergling, el nombre detrás del álter ego, para definir el futuro del disco que estaba ultimando. “Estaba tan inspirado y tan emocionado. Tuvimos que poner los tiempos finales en las sesiones para que Tim solo trabajara durante 16 horas seguidas, que era su naturaleza. Es una tragedia”, aseguró el veterano A&R. A pesar de que Avicii se retiró oficialmente de las bandejas en marzo de 2016, con un set en Ibiza, a causa de los problemas de salud que arrastraba -entre los que destacaban cansancio, ataques de ansiedad y una pancreatitis aguda desarrollada a los 21 años debido al consumo del alcohol-, a comienzos de 2017, mediante un posteo en Instagram, advirtió que iba a volver con el “mejor maldito álbum” de su carrera”. 

Creador de hits del calibre de Wake Me Up!, Broken Arrows y Levels, Avicii lanzó temas desde los 18 años. Apenas unos meses después fue firmado por el sello del dj Pete Tong, Bedroom Bedlam, tras ganar el concurso Fast Trax. Desde entonces, su carrera experimentó un ascenso vertiginoso. Al punto de que su éxito internacional se consumó en 2011, de la mano de David Guetta, con quien coprodujo el single Sunshine. Dos años más tarde, devenido en una de las figuras del EDM (etiqueta confeccionada por la industria discográfica para relanzar la electrónica masiva), el dj, conocido asimismo por su perfil filantrópico, debutó en Buenos Aires como parte del Ultra Music Festival. “No tengo muy claro a qué se refieren con el EDM, pero me siento un artista de electrónica”, le aseguró el de Estocolmo, autor de los álbumes True (2013) y Stories (2015), al NO. “Mi sonido es muy melódico, y conjuga el encanto de la música oriental. Fue en lo que me enfoqué desde mis comienzos en la electrónica. Me parece que, a pesar de que a la gente le termina gustando, no soy tan obvio en lo que hago”.