La petrolera angloholandesa Shell anunció ayer la venta de sus negocios de refinación y comercialización en la Argentina. Estas operaciones fueron adquiridas en 950 millones de dólares por la empresa Raízen, de origen brasileño pero con participación de Shell en su sociedad controlante. “Raízen, que es un joint venture establecido en 2011 entre Shell (50 por ciento) y Cosan (50 por ciento), es una empresa líder en producción de azúcar, etanol y bioenergía en Brasil”, informó la compañía ex empleadora del ministro de Energía, Juan José Aranguren, en un comunicado. Las áreas de negocios vendidas son las mismas que presidió Aranguren durante doce años hasta ser funcionario de Cambiemos. La operación en la que Shell es comprada de manera indirecta por Shell incluye su destilería en Dock Sud y su red de estaciones de servicio. Raízen seguirá usando la marca Shell. En el acuerdo quedó afuera de la transacción su participación en la búsqueda y producción de petróleo y gas en el país, donde la empresa tiene la mirada puesta en Vaca Muerta.

Según informó Shell, el acuerdo “está alineado a la estrategia de simplificar su portafolio a través de un programa global de desinversión de 30 mil millones de dólares”. La firma había iniciado en agosto de 2016 un proceso de revisión de portafolio de Downstream en Argentina. “Este acuerdo es el resultado de un proceso de licitación competitiva y se espera que la venta finalice este año”, detalla el comunicado. Según se informó, el traspaso contempla la Refinería de Buenos Aires, aproximadamente 645 estaciones de servicio, GPL (gas licuado del petróleo), negocios de combustibles marítimos, combustibles de aviación, asfaltos, químicos y lubricantes, así como las actividades de suministro y distribución en el país. 

“Nuestro plan es continuar prosperando en el mercado argentino del Downstream a través de Raízen. Raízen nos ha generado un gran valor en Brasil y, bajo este acuerdo, seguiremos siendo un importante proveedor de combustible para la Argentina”, aseguró John Abbott, director global de Shell Downstream. Raízen es la quinta empresa más grande de Brasil y la tercera del sector energético en ese país. Se conformó en 2010 de la fusión de la local Cosan y Royal Dutch Shell en Brasil y vincula a varias empresas productoras de azúcar, combustibles y etanol, centros de distribución y locales de comercialización al público. Además, es dueña de Comgas (principal distribuidora de gas natural en Brasil), Rumo Logística (la operadora ferroviaria más grande en América latina) y Moove (distribuidora de lubricantes premium en Brasil, con operaciones en Reino Unido, España, Uruguay, Paraguay y Bolivia).

El joint venture en Brasil cuenta con 26 unidades de producción de etanol y bioenergía y 860.000 hectáreas cultivadas en azúcar, una red de más de 6000 estaciones de servicio y 950 tiendas bajo la marca Shell. Raízen está presente en 68 aeropuertos, en 68 terminales de distribución de combustible y vende aproximadamente 25 mil millones de litros de combustible para la industria del transporte y el segmento retail. El volumen de negocios actual de la empresa es de 24 mil millones de dólares anuales. 

“Mediante un acuerdo de licencia de marca, Raízen seguirá usando la marca Shell (también a nivel local), que permitirá a los clientes continuar teniendo acceso a los productos y servicios (de la firma)”, adelantó la empresa. Luego de aprobada la venta, Raízen continuará su relación con Shell a través de varios acuerdos comerciales por un valor estimado de 300 millones de dólares. No incluye el negocio de “upstream” de la empresa, interesada especialmente en la formación Vaca Muerta.