A fines de 2016 se habían detectado fallas en el submarino ARA San Juan que, al momento de emprender el viaje en el que desapareció sin dejar rastros el 15 de noviembre del año pasado, no todas habían sido resueltas por completo. Así lo afirmaron ayer ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga la desaparición de la nave el inspector general de la Armada, Eduardo Pérez Bacchi, y su antecesor, Guillermo Lezana. Pérez Bacchi y Lezana informaron ante los diputados y senadores que integran el cuerpo los resultados de una auditoría que se realizó a fines del 2016 sobre el submarino desaparecido con 44 tripulantes de abordo. Los dos marinos admitieron que en el último estudio técnico efectuado sobre el ARA San Juan en noviembre de 2016 “se identificaron 21 hallazgos u observaciones” a corregir para el adecuado funcionamiento de la nave. Pérez Bacchi contó que días después de la desaparición del submarino fue a Mar del Plata para buscar información relacionada con el submarino y precisó que trajo “cuatro cajas” con detalles y que ahora “están en el juzgado” de la ciudad chubutense de Caleta Olivia, a cargo de la investigación.