La votación en la Cámara de Diputados por la Interrupción Voluntaria del Embarazo cruzó transversalmente a las principales bancadas aunque ese corte no fue simétrico en cuanto al nivel de adhesión o rechazo al proyecto. Por caso, el Frente para la Victoria (FpV-PJ) fue el bloque que más votos aportó a favor de la iniciativa que nació de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Por el contrario, la alianza oficialista Cambiemos cosechó el mayor número de votos de rechazo. Entre los legisladores del PRO y la Coalición Cívica se impuso el voto negativo. En tanto, en la UCR hubo más votos positivos que negativos. En las dos bancadas del peronismo dialoguista, el interbloque de Argentina Federal y el massista Frente Renovador, los votos por el rechazo superaron holgadamente a quienes se pronunciaron a favor. Entre los bloques menos numerosos como el que integran el Movimiento Evita y Libres del Sur; y del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) respaldaron en forma unánime la despenalización.

Esa transversalidad se expresó también en los discursos de cierre del debate. Habitualmente los realizan los jefes de los bloques pero ante las diferencias varias bancadas decidieron compartir esos minutos entre un integrante a favor del proyecto y otro en contra.  

No faltaron discusiones amigables y otras más fuertes al interior de cada bancada a lo largo de toda la jornada que llevó casi 24 horas y que derivó en una votación ajustada donde con asistencia perfecta y por 4 votos de diferencia los diputados aprobaron y giraron el proyecto al Senado.

Pero no todos asumieron de la misma manera el compromiso político de avanzar hacia la despenalización del aborto. El kirchnerismo y sus aliados más firmes consideraron que esta vez la pelea que el movimiento de mujeres dio en la calle por sus derechos abrió un consenso en la sociedad a favor del aborto legal, seguro y gratuito. Un tema sobre el que evitaron confrontar durante más de una década mientras fueron gobierno.

Los números de su adhesión se reflejaron en la votación. El 84 por ciento de los miembros del FpV-PJ apoyaron la iniciativa y que se tradujeron en 54 votos afirmativos y 10 por la negativa.

En la alianza oficialista Cambiemos sucedió lo inverso. Si bien el Gobierno decidió abrir el debate sobre el aborto en el Congreso, evitó ponerle el cuerpo para respaldarlo y dejó librado a su suerte el debate interno y el resultado final. Tal vez lo hizo con la expectativa de mantener activo el Parlamento para alejarlo de la discusión de los temas económicos y frente a la posibilidad que fueran los propios legisladores los que le pusieran freno al reclamo.  

Con el resultado a la vista, Cambiemos sumó la mayor cantidad de votos en contra del proyecto: 66 sobre 108 del total de sus integrantes y que representa el 61 por ciento. Pero la postura en los integrantes de la alianza no fue la misma. El PRO, el partido del Presidente, fue el más férreo opositor a la despenalización del aborto y reunió 37 diputados por el rechazo. Enfrente tuvieron otros 17 macristas puros que desafiaron la inercia partidaria y empujaron a favor del proyecto, confrontando con sus propios pares y mostrándose junto a los más duros críticos del Gobierno y que en esta oportunidad compartieron la militancia a favor de la iniciativa por la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

La UCR, el principal aliado del gobierno, tuvo un doble debate interno que pasó por las tradiciones propias y su relación con el gobierno como parte del oficialismo. Allí la ecuación se invirtió: 24 de sus diputados lo hicieron a favor del proyecto apelando a la memoria histórica del partido centenario, aunque otros 16 se pronunciaron por el rechazo.  

Más firme se mostró la Coalición Cívica pero eso no evitó fricciones con la alianza oficialista. La líder de la CC, Elisa Carrió, mantuvo en el grupo del rechazo al grueso de su rebaño (10 diputados), donde solo hubo una excepción que votó a favor de la iniciativa. Ofuscada por el resultado Carrió dio un mensaje de advertencia al Gobierno: “Es el último esfuerzo que hago para preservar la unidad. Que le quede claro a todo Cambiemos, a la próxima rompo”, lanzó antes de retirarse del recinto en medio de la votación en particular del proyecto y reproduciendo su provocador acting de tirar “besitos” a la opositores.

Las distintas variantes del peronismo “responsable” y “dialoguista” no lograron alinear a sus diputados con el reclamo masivo que se daba en la calle. Sus legisladores votaron mayoritariamente en contra de la despenalización del aborto.

El interbloque Argentina Federal, que responde a los gobernadores peronistas, dio muestra de su permeabilidad a la presión de la Iglesia Católica y expresiones religiosas, junto a los sectores mas conservadores de sus provincias. Unos 21 diputados de sus diversificados integrantes y aliados se pronunciaron por el rechazo. Solo 11 lo hicieron a favor de la despenalización del aborto.

El único plus que se puede adjudicar a los peronistas federales frente a pelea del movimiento de mujeres por sus derechos fue la actitud del gobernador pampeano Carlos Verna, quien apenas una hora antes de la votación logró encolumnar a sus 3 diputados a favor de la despenalización. Hasta ese momento sólo uno acompañaba el proyecto. Ese cambio revirtió un resultado que se encaminaba a una nueva frustración por avanzar en la legalización por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

En tanto, el massista Frente Renovador tampoco pudo unificar criterios con un líder que dio libertad de acción sin pronunciamiento ni a favor ni en contra. Diez de sus diputados y aliados votaron en contra del proyecto. En tanto que ocho lo hicieron a favor aunque no sin antes superar dudas y cavilaciones. A pesar que Malena Galmarini, la esposa de Sergio Massa, respaldó la despenalización y trajinó durante la madrugada del jueves los pasillos y despachos de propios y aliados en busca de adhesiones al proyecto pero sin alcanzar todo el éxito esperado.

Fueron pocos los bloques que pudieron exhibir unanimidad de criterios a favor de la legalización. Aunque menores en su dimensión, los 5 diputados del interbloque que conforman el Peronismo para la Victoria-Movimiento Evita (4) y Libres del Sur (1) votaron a favor. También los 3 integrantes del FIT, que a pesar de su escasa representación sumó al reclamo en las calles a sus diputados y militancia. Los tres diputados de Evolución Radical -filo oficialista- que conduce Martín Lousteau votaron a favor de la despenalización. En la previa echaron a su cuarto integrante, el mendocino José Luis Ramón que después de pronunciarse a favor dio vuelta su voto.

Distinto fue el panorama entre los partidos provinciales con mayor representación parlamentaria. El santiagueño Frente Cívico sumó 5 votos en contra y solo 1 a favor. Expresiones de una votación, que ahora pasó al Senado donde se sellará la suerte del proyecto.