El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exhortó ayer a los legisladores de su Partido Republicano a “dejar de perder el tiempo” con sus intentos de aprobar una reforma migratoria integral y esperar a las elecciones legislativas de este año para tener una mejor relación de fuerzas en el Congreso.

Los tuits de Trump llegan después de haber insistido durante días en que el Congreso debería actuar para resolver los problemas migratorios del país y, en particular, la crisis desatada por su propia política de separación de niños migrantes de sus familias luego de haber sido detenidos cruzando de manera ilegal la frontera con México.

Sin embargo, profundas diferencias entre republicanos conservadores y moderados en la Cámara de Representantes amenazan con volver a frustrar una reforma migratoria integral que el oficialismo pretendía aprobar ayer y cuya votación que se vio obligado a posponer hasta la semana que viene para intentar superar las divisiones internas.

En desdén de estos esfuerzos, Trump dijo ayer que incluso si la ley obtuviera la media sanción de la cámara baja, está destinada a naufragar en el Senado. “Los republicanos deberían dejar de perder el tiempo con la Inmigración hasta después de que elijamos más senadores y congresistas en noviembre”, escribió el presidente en su cuenta de Twitter.

“Los demócratas hacen su juego, no tienen intención de hacer nada para resolver este problema de décadas. Podemos aprobar una gran legislación luego de la Marea Roja!”, agregó, en alusión a un arrollador triunfo de su partido, identificado con el color rojo, en las elecciones del 6 de noviembre.

Los comentarios llegan luego de que un vendaval de críticas internas y externas forzaran esta semana al presidente a ordenar el fin de las separaciones de familias de inmigrantes en la frontera con México, pese a haber asegurado hasta el final que no podía terminar con el problema por decreto, que fue precisamente lo que hizo.

Apenas el jueves, Trump había reafirmado que su medida era de alcance temporal y que sólo el Congreso podía dar “la única solución real” a la crisis. Desde hace días, los líderes republicanos del Congreso llevaban adelante febriles gestiones con su bancada, y esperaban que Trump los ayudara a persuadir a los legisladores indecisos a respaldar la ley.

El proyecto de reforma, precisamente, era visto como un último esfuerzo en materia de inmigración para tratar de mejorar las chances de varios legisladores republicanos que enfrentan una difícil reelección. 

El mismo Trump fue ayer al Capitolio para pedir que el Congreso aprobara cualquiera de las dos leyes que estaban bajo consideración. Uno de los dos proyectos, elaborado por republicanos conservadores, era sumamente restrictivo con la inmigración y fue rechazado, tal como se esperaba. 

Horas después, los republicanos pospusieron hasta la semana próxima una votación final sobre el proyecto con mayores probabilidades, una reforma integral impulsada por sectores conservadores y moderados del partido, en espera de conseguir los votos necesarios.

Esa ley de compromiso ofrece un camino a la regularización de jóvenes inmigrantes conocidos como “soñadores”, que han estado viviendo de manera ilegal en Estados Unidos desde la infancia.

También otorga los 25.000 millones de dólares que Trump quiere para el muro en la frontera con México que prometió durante su campaña, y revisa la tradicional política de dar prioridad a la concesión de visas a familias en favor de un sistema basado en el mérito, en función del nivel educativo y las capacidad laborales de los solicitantes.

Cuando estalló la crisis por las separaciones de familias, los líderes republicanos agregaron un artículo al proyecto para que los padres y los niños permanezcan detenidos juntos, al eliminar un tope de 20 días durante los cuales los menores podían permanecer bajo detención y permitir detenciones por tiempo indefinido.

Con acusaciones contra los demócratas de “obstruccionistas” y de no preocuparse por la seguridad fronteriza, Trump tuiteó ayer que los votantes tienen que elegir a más legisladores republicanos. “Incluso si conseguimos el 100 por ciento de los votos republicanos en el Senado, necesitamos 10 votos demócratas para obtener la tan necesitada Ley de Inmigración”, dijo.

Pese a las predicciones de Trump de una “marea roja”, los republicanos enfrentan un panorama electoral sombrío frente a una oposición demócrata recargada que intentará arrebatar a sus rivales el control de ambas cámaras del Congreso.

Las continuas controversias que rodean a Trump y una ola de retiros de legisladores de peso han puesto se serio riesgo la mayoría republicana en la Cámara de Representantes.

Los demócratas la tienen más difícil para reconquistar el Senado, donde los republicanos esperan sumar varios escaños de estados que Trump ganó en 2016.