Armani 4: Con el correr de los minutos entendió que debía pararse bien cerca de la medialuna, para ser alternativa de corte en los pases largos. Inseguro en el manejo de las salidas, no fue ese arquero que salva pelotas claras de gol; esta vez entraron todas las que le tiraron.  

Mercado 5: Dos jugadores en uno. Cuando atacó, tuvo buenos encuentros con Pérez y con Pavón; por su vocación de ir a buscar siempre al área contraria consiguió el 2-1. En defensa dio mucha ventaja, sobre todo por su lentitud, acentuada por la falta de ayuda defensiva.

Otamendi 4: Con pocos recursos para frenar a Mbappé que, lanzado en velocidad, lo superaba siempre. Cuando Argentina quedó abajo en el marcador empujó al equipo hacia adelante, aunque esas mandadas dejaban libradas las puertas para los contraataques franceses. 

Rojo 4: Le cometió el penal a Mbappé, preanunciando los problemas que el francés representaría para la última línea argentina por largos minutos del primer tiempo. Cuando la Selección empezó a tomar a los lanzadores galos retomó la confianza. No salió a jugar la segunda parte, reemplazado por Fazio.  

Tagliafico 4: Sus espaldas fueron bien explotadas por los franceses, anoticiados de sus permanentes subidas. Es cierto que tampoco recibió ayuda ni desde el mediocampo ni desde los encargados de cubrir los espacios que liberaba para tomar al que venía de frente.

Enzo Pérez 4: Recostado sobre la derecha, estuvo lejos de repetir la actuación que cumplió ante Nigeria, tal vez porque no estaba al ciento por ciento físicamente. Nunca pudo acercarse a Messi para darle al capitán argentino la chance de desequilibrar.

Mascherano 5: El encargado de plasmar la idea táctica. Fue eficaz para manejar las salidas limpias, pero a la hora de cortar en el mediocampo y de cubrir los espacios en el retroceso dio todas las ventajas, porque su velocidad y su despliegue ya no son los de antes.

Banega 6: El mejor del mediocampo argentino. Manejó con acierto la pelota, tanto en la larga, con pelotazos cruzados a las espaldas de los laterales, como en la corta, aunque ese recurso exigía movimientos que sus compañeros no ofrecían. No tuvo respuesta anímica en la derrota.

Pavón 5: Plantado en la derecha, cada vez que pudo desbordar generó peligro con sus centros, aunque éstos no encontraran un destinatario. No fue la ayuda defensiva que Mercado necesitaba para compensar el desequilibrio que fabricaban los adelantamientos de Hernandez.

Messi 5: Le costó encontrar la pelota y los socios, creció con el equipo en desventaja en la primera etapa, pero en el complemento se desconectó del partido hasta que entró Agüero, a quien le sirvió el tercer gol, dejando claro el error de hacerlo jugar en un lugar donde no desequilibra.

Di María 6: Buscó los espacios para imponer su velocidad, pero le faltaba precisión en las descargas, hasta que parado en el medio sacó un zurdazo que fue el 1-1 de Argentina. Ese gol fue un inflador anímico, tanto que protagonizó la jugada que desembocó en el 2-1 de la Selección.

Fazio 3: Entró por el amonestado Rojo y tuvo un desencuentro con Armani que pudo terminar en un gol rival. Después formó parte del desorden defensivo que posibilitó la goleada. Demasiado lento para cerrar a las espaldas de laterales lanzados al ataque por la obligación de empatar.

Agüero: Reemplazó a Pérez, por la necesidad de arriesgar para igualar.

Meza: Sustituyó a Pavón, y no cambió nada.