Desde el Gobierno continúan eludiendo las responsabilidades en el marco del escándalo de los aportantes truchos. La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, admitió que quienes figuran financiando la última campaña de Cambiemos son, en su gran mayoría, beneficiarios de programas sociales pero aseguró que podría tratarse de un “error”. Además, dijo que pone las manos en el fuego por la gobernadora María Eugenia Vidal.

“Me parece que hay que dilucidar a través de la auditoría y de la Justicia qué fue lo que pasó o si hubo un error”, dijo la funcionaria durante una entrevista televisiva. El posible “error” que menciona Stanley -haber utilizado la identidad de personas pobres para ocultar a los aportantes reales- ya provocó el desplazamiento de la contadora general de la Provincia, María Fernanda Inza, a quien la gobernadora María Eugenia Vidal echó de forma “preventiva” y un día después de su designación. Sobre esto, la ministra consideró que “la gobernadora fue muy clara no sólo en mandar a hacer una nueva auditoría, sino también en correr a la persona que se ocupó de este tema” e insistió con el discurso oficial: “Ahora tiene que investigar la Justicia, se va a entregar toda la documentación necesaria.”

Por otro lado, Stanley se sumó al pedido de modificación de la norma que regula el financiamiento de los partidos políticos, que el oficialismo impulsó para correr el eje del tema. “Hace tiempo que venimos discutiendo el tema de bancarizar, de cómo se trabaja con una ley que sea más clara a la hora de los aportes y me parece que esa es una respuesta contundente para terminar con cualquiera de estas cuestiones”, expresó, obviando la cuestión de que Cambiemos fue la fuerza política con mayor porcentaje de aportantes en efectivo. “Siempre pongo las manos en el fuego por María Eugenia y por todos, no tenemos nada que esconder”, concluyó.