La bolsa porteña anotó una caída de 3 por ciento. Las acciones que más bajaron fueron Ternium (-7,4 por ciento), Supervielle (-7 por ciento) y Mirgor (-6,8 por ciento). Las empresas argentinas que cotizan en Wall Street, en tanto, marcaron caídas de hasta 9 por ciento, que se sumaron a los fuertes retrocesos del viernes pasado. La volatilidad local en materia cambiaria potencia la caída del precio sobre los activos argentinos, en donde se destacó además el retroceso de los bonos en moneda extranjera. El riesgo país, por este motivo, se ubicó en 754 puntos básicos. Se trató de un alza de 6,9 por ciento en la jornada y alcanzó su valor más elevado desde enero de 2015. 

Las caídas de las acciones argentinas en Nueva York fueron muy importantes y se sumaron a las registradas en la última semana, como la contracción del 8,7 por ciento del Supervielle, del 8,2 por ciento del Banco Francés, del 7,2 por ciento del Banco Macro, del 5,6 por ciento del Grupo Financiero Galicia, del 5,5 por ciento de TGSU y del 4,1 por ciento del Grupo Irsa. 

La economía argentina es considerada por los inversores como una de las emergentes más expuestas. Esto se debe al elevado endeudamiento y los desequilibrios de cuenta corriente. La agencia Bloomberg aseguró que la Argentina le sigue en términos de riesgo sistémico a Turquía, un país en el que el viernes pasado la moneda se devaluó más del 18 por ciento y en las últimas horas se rumoreó que aplicaría controles de capitales para intentar contener la tensión cambiaria y la fuga de capitales. Turquía, al igual que la economía argentina, comparte un fuerte desajuste de la cuenta corriente y endeudamiento. 

La caída del precio de las materias primas no ayuda a la Argentina a resolver este problema. El precio del maíz bajó 0,3 por ciento, al tiempo que el trigo cayó 2,4 por ciento. La soja, en contraste, marcó un alza del 0,8 por ciento, mientras el petróleo bajó 0,6 y el oro descendió 1,6.