PáginaI12 En Italia

Desde Roma

No son dos espías cualquiera los dos hermanos Giulio Occhionero y Francesca Maria Occhionero, arrestados ayer por la policía italiana acusados de presunto cyber- espionaje a políticos, miembros de la Iglesia e instituciones como la Banca d’Italia o Banco Central italiano. Hasta ahora los expertos de la policía involucrados en la investigación han podido constatar que habían sido violadas las cuentas Internet de dirigentes y políticos, entre ellos el economista y actual director del Banco Central Europeo, Mario Draghi, de los ex primeros ministros Matteo Renzi y Mario Monti, del ex gobernador de la Banca d’Italia Fabrizio Saccomanni, del ex alcalde de Turín, Piero Fassino y de Fabrizio Cicchitto de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi.  También fueron infectadas las cuentas de la Cámara de Diputados y del Senado, de los ministerios de Exteriores, Tesoro, Educación e Interior. La policía pudo  descubrir asimismo que habían sido infectadas con el virus dos computadoras usadas por los colaboradores del cardenal italiano Gianfranco Ravasi, prefecto de la Congregación para la Cultura del Vaticano. 

“Tenemos pruebas de que la actividad empezó al menos en 2010 y tal vez antes - dijo el director de la Policía Postal, Roberto Di Legami-. Hay decenas de miles de cuentas internet en las que hubo un intento de infiltración. Nosotros hemos reconstruido como era realizado el secuestro de los datos y cómo luego eran enviados a Estados Unidos para esconderlos. Pero la investigación recién empieza. Hay miles de files que todavía tienen que ser estudiados”. El objetivo de la policía, se explicó, es llegar a determinar si los hermanos Occhionero usaban esos datos para obtener ventajas económicas en sus asesoramientos  financieros. De hecho conocer esos datos daba a los hermanos Occhionero y su empresa un inmenso poder.

Entre las instituciones espiadas se encuentra el Istat (el Instituto Nacional de Estadísticas), el Municipio de Roma, la región Campania a las que pertenece Nápoles, la región Lombardía a la que pertenece Milán, el Partido Democrático , y las empresas Acea Spa (sector hídrico y energía), Eni (luz, gas, petróleo) y Finmeccanica (sector de la defensa), entre otras.

Giulio Occhionero y Francesca Maria Occhionero son un ingeniero nuclear de 45 años y una química de 49, recibidos ambos en la Universidad Roma La Sapienza, dueños de una sociedad de asesoramiento bancario y financiero, la Westland Securities, que entre otras, hizo una consultoría comercial para el gobierno estadounidense sobre la construcción de infraestructuras en el puerto italiano de Taranto. Giulio, además, es miembro de una logia masónica, con todo lo que eso podría significar en el juego de poderes que permite el robo de información reservada.

El FBI estadounidense colaboró con la policía italiana, secuestrando el server donde los dos italianos escondían su material. El server estaba en efecto en Estados Unidos -por ahora no ha trascendido dónde-, un país que según los expertos, aloja la mayor cantidad de server secretos del mundo.  Los arrestados manejaban toda la información a distancia sin problemas, como por lo demás hacían para entrar en cuanto email, computadora o server menor que quisieran violar en Italia. En este caso la cooperación internacional del “Centro Nazionale Anticrimine Informatico” de la Policía Postal italiana y de la “Cyber Division del Federal Bureau of Investigation” de Estados Unidos funcionó, de manera que el server fue secuestrado antes de que los dos hermanos se dieran cuenta y cancelaran toda la información a distancia. Según la policía italiana, el material secuestrado en Estados Unidos permitirá constatar con exactitud cuántos y cuáles han sido los datos robados y reconstruir la dinámica de todo el proceso descubriendo los verdaderos intereses de los dos hermanos.

Para infectar las computadoras y los server y poder así robar la información, los hacker italianos usaban el programa Eye Pyramid y para eso mandaba un email con el virus. Gracias a un email de ese tipo enviado por los hermanos fue que la policía postal logró detectarlos. Eye Pyramid es un programa no muy nuevo que permite el acceso a distancia una vez que el virus se instala en el email y en la computadora que se quiere violar. El virus que permitió el descubrimiento fue enviado el 26 de enero de 2016  a un dirigente de Enav (empresa que ofrece servicios para la navegación aérea) de parte de un estudio legal que el dirigente desconocía.

Pero según publicó la prensa italiana, la ordenanza de arresto preventivo del juez que se ocupa del caso, habló específicamente que Giulio Occhionero tiene relaciones con ambientes de la masonería italiana dado que es miembro de la logia “Paolo Ungari - Nicola Ricciotti Pensiero e Azione” de Roma, en la cual hace algunos años ocupó el rol de maestro venerable. El juez considera que los intereses que Occhionero mantiene en relación a sus hermanos masones podrían estar ligados a los juegos de poder que existen dentro del Gran Oriente d’ Italia –una de las más importantes órdenes masónicas de la península–, como demostrarían algunas interceptaciones telefónicas.

Queda por ver, porque la investigaciones recién empiezan, si se está ante una nueva P2, Propaganda dos, la logia masónica liderada por Licio Gelli que tanta influencia y relaciones logró en el mundo para manejar o desestabilizar bajo cuerda los gobiernos que no le gustaban, y hacer sus negocios. Algunos militares argentinos, como Emilio Massera, tuvieron estrechos contactos con la P2.

Captura de video que muestra la operación Eye Pyiramid en Roma.