El presidente Mauricio Macri cenó anoche en Olivos con los bloques de legisladores de Cambiemos, en un encuentro destinado a cerrar las diferencias internas que pudieran haber surgido durante el debate por el aborto. “Estamos todos madurando y creciendo en este proceso en el cual tenemos que seguir mejorando para revertir décadas en las que Argentina decía una cosa y después hacía la otra”, arengó Macri a los legisladores.

Del encuentro participó buena parte del gabinete nacional encabezado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Antes de Macri también hablaron los jefes de los interbloques de Cambiemos, el senador radical Luis Naidenoff y el diputado radical Mario Negri. “Si realmente queremos un cambio profundo, como al que aspiramos, no podemos pensar que todo iba a suceder en tan sólo dos años y medio después de décadas de hacer las cosas mal”, indicó el Presidente, en la línea de siempre.

Por ejemplo, volvió a aquello de los “70 años” a partir de los cuales cita el comienzo de la supuesta decadencia nacional. “Los males de la Argentina se profundizaron y se agravaron durante el gobierno anterior, pero vienen de mucho tiempo atrás”, abundó. Se adjudicó el accionar del Poder Judicial sobre casos de corrupción del kirchnerismo. “Esto lo hemos permitido nosotros, desde la ley del arrepentido, hasta dar un mensaje claro a la Justicia para que actúe de manera independiente”. 

Fue directo con las críticas al peronismo. “Nos toca convivir con dirigentes que tienen una capacidad de negación espantosa”, sostuvo. Y dijo que el “kirchnerismo tuvo la suerte de descubrir Vaca Muerta, pero estuvo seis años sentado sobre Vaca Muerta sin hacer nada”.