En el vuelo de regreso al Vaticano desde Dublín, Francisco afirmó que el aborto era un problema humano. “Ustedes saben qué es lo que pienso sobre el aborto: no es un problema religioso, no estamos en contra del aborto por motivos religiosos. Es un problema humano, existe el problema antropológico sobre la ética de eliminar a un ser vivo para resolver un problema”, dijo el Papa a periodistas. Además, dio su parecer cuando se le preguntó qué le diría a un padre cuyo hijo dice ser homosexual. “Lo primero que le diría es rezar, después que no condene, que dialogue, que comprenda, que deje espacio al hijo o a la hija. Después, depende de la edad en la que esto se manifieste, pero nunca diré que el silencio es un remedio. Ignorar al hijo homosexual es una falta de paternidad o de maternidad”, dijo.