“Un crack, Ginóbili, sí señor. Crack, jugador de toda la cancha, mirá lo que te digo. Vos sabes que a mí no me gusta ningún deporte que se juegue con las manos, pero Manu Ginóbili tiene un pie en cada mano, hermanito. ¿Vos lo viste cuando le hizo un caño al Bryant ese y lo dejó solo a Horry? ¿Vos viste todos los caños que metió el tipo en la NBA? Nunca un caño al divino botón, nunca un túnel con el solo objeto de humillar al adversario, pase de caño y gol, caño y se va derechito al gol, caño así de frente manteca o de cotalete como quien no quiere la cosa, ¿viste como esos jugadores que miran para un lado y tiran la pelota para el otro? Bueno así. Y si no me crees buscate esta dirección en Internet y vas a ver lo que te digo. <https://www.youtube.com/watch?v=waLpuoh4jYk>. Haceme caso, no tiene desperdicio, un show del caño, un espectáculo. Hay que ser muy crack para ganar todos esos títulos que ganó el Manu con los tanos, con los yankis y con la selección nacional. ¿O no te acordás la palomita contra los serbios en el 2004? Perdíamos por un punto, faltaban tres segundos para terminar el partido, salen del fondo y todos sabían que había que dársela a él y los contrarios también sabían que había que marcarlo a él y un serbio de dos metros le tira el camión encima para incomodarlo y Manu se arroja en palomita como Pinino Mas, como Severino Varela y pum, adentro, gol y triunfo. 

Jugó en buenos equipos, es cierto, pero él era el mejor entre todos los buenos de esa que llamaban la Generación Dorada. Medalla de oro en los Juegos Olímpicos, medalla de plata, medalla de bronce, subcampeonato mundial, victorias contra el dream team que es como ganarle a Brasl del 70 en el Maracaná, ¿qué más le podés pedir al tipo? Hizo goles de todos los colores, gambeteando, moviendo la cintura como Rojitas, ensayando de media distancia y larga distancia. El tipo con marca o sin marca, se perfilaba y… adentro. Tiraba los tiros libres como Riquelme o el Beto Alonso y además les hizo hacer goles a todos metiendo pases a lo Bochini.  Vos lo mirabas. veías que estaba encerrado, que no podía hacer nada, pero agarraba, sacaba un conejo de la galera y la pelotita le llegaba servida a un grandote sin marca. Ojo, hay que jugar 16 temporadas seguidas en la NBA en el máximo nivel con un promedio alto de goles, pases de gol y quites, ¿vos sabes la cantidad de pelotas que cortó como esa de Mascherano contra Robben en el Mundial de Brasil? Miles y miles, un campeón mundial de achaco de pelotas a los contrarios cuando se iban al gol. Y un corazón más grande que el de Giunta. Por eso te digo, hermano, para mi Ginóbili está en el nivel de Maradona y Messi, son los tres más grandes del fóbal nacional, ponele la firma.”

Y sí, los futboleros son incorregibles.