El juez federal Claudio Bonadio homologó hoy el acuerdo que había propuesto el fiscal Carlos Stornelli para incorporar como imputado colaborador al financista Ernesto Clarens, en el marco de la causa por las fotocopias de los cuadernos del chofer Oscar Centeno. En su afán por convertirse en arrepentido, Clarens entregó esta mañana a la Justicia un pendrive con un listado de 120 obras en las que habrían existido sobreprecios y por las cuales se habrían pagado supuestos sobornos. 

La presión sobre Clarens se había incrementado en los últimos días, luego de que declarara ante el fiscal que nunca había visto ni hablado con Néstor ni con Cristina Kirchner. Automáticamente se había pedido su detención, que nunca se concretó. A los tres días, a última hora del martes pasado, el financista firmó un nuevo acuerdo como arrepentido, que hoy homologó el magistrado. 

Clarens negociaba su carácter de “imputado colaborador” desde que otro empresario, Juan Chediak, lo señalara como recaudador. Clarens dijo que sí, que recaudaba puntualmente de contratistas del Estado, pero negó que hubiera sacado dinero al exterior. En su declaración, Clarens afirmó que conoció a Daniel Muñoz, el secretario de Néstor Kirchner hasta 2009, y que le había entregado dinero, aparentemente de coimas o de aportes en negro para distintas campañas electorales. 

Tras su indagatoria, Stornelli resolvió detenerlo pero a los pocos días el titular de Inverness se presentó a Comodoro Py para solicitar modificar y ampliar el convenio de arrepentimiento que el mismo Stornelli había dado de baja.

Hoy, antes de que se efectuara la homologación del acuerdo, Clarens entregó el pendrive con el listado de las 120 obras en cuestión. Según detalló el diario Clarín, en 95 de ellas se habrían pagado coimas, mientras que el resto eran transparentes. Su supuesto rol era reunir el dinero proveniente del 20 por ciento de los certificados de obra que se pagaban a medida que cada proyecto avanzaba.