Por la crisis que viene atravesando el sector lechero en la Argentina se cerraron 604 tambos en lo que va del año, según datos del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA). La caída representa un 5,3 por ciento respecto de 2017. El estudio detalla que la evolución del número de vacas que registra Senasa, 1.595.920 cabezas para 2018 significa una baja del 7,2 por ciento sobre lo visto el año anterior. Salvo para el período 2006-2007 y 2012-2013 el número de cabezas siempre fue en descenso, 1,3 por ciento anual en los últimos 13 años. Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), su vicepresidente Jorge Chemes señaló que “los datos demuestran que se está yendo a un achicamiento de la actividad y el riesgo es que no sólo hay menos vacas en producción sino que la falta de rentabilidad se gaste menos y por ende se produce menos leche”. Los números muestran que los tambos de menos de 2.000 litros diarios de leche que representan el 52,8 por ciento de las unidades productivas aportan el 18,6 por ciento de la leche total. En el otro extremo los tambos de más de 10.000 litros diarios, que son sólo el 3,3 por ciento del total, entregan un volumen mayor de leche, el 19,2 por ciento.