Carlos Fascendini será el representante de Santa Fe en la reunión de Gobernadores convocada por el gobierno nacional para pasado mañana. El vice concurrirá con la principal misión de escuchar la propuesta del gobierno en torno al financiamiento de las provincias. Seguramente aportara algunos reclamos –compartidos por los mandatarios justicialistas— pero dejando en claro que su presencia de ninguna manera representa un aval al programa económico, y mucho menos acompañar el presupuesto que se presentara en el parlamento. “No vamos a ser socios de un plan económico que no compartimos y menos a asumir compromisos que corresponden al parlamento nacional como es el tratamiento del Presupuesto” dijo a este cronista Miguel Lifschitz  quien justificó su ausencia por un viaje a Estados Unidos “programado hace varios meses”. Sin embargo, el Gobernador anticipo que Fascendini propondrá “la implementación de un impuesto a los bienes en el exterior que además del valor simbólico permitiría recaudar, y la eliminación de la reducción de la cuota del impuesto a las ganancias y bienes personales”.

Según Lisfchitz “la mejor manera de bajar el déficit seria gravando a los sectores que se beneficiaron con la política económica y que están en mejores condiciones de aportar, y no únicamente recortando”.

El Gobernador manifestó su preocupación por la pretendida utilización política del encuentro, ya que la idea del gobierno es presentarlo como una suerte de aval a la aprobación del presupuesto 2019.

“Esta reunión deberá girar entorno de las cifras para obras públicas, impuestos, recursos para las provincias, pero no pretender un apoyo político a un plan que además no se conoce con certeza” remarcó el mandatario que destacó que hasta el momento “el borrador” con los temas de la reunión que debían recibir el viernes pasado nunca llegó. Del mismo modo, en el área de hacienda destacan que los anuncios hechos por el Ministro Nicolás Dujovne no se reflejaron en la publicación del Boletín oficial al día siguiente, lo cual revela un alto grado de improvisación, y a la vez genera desconfianza. Del mismo modo que las marchas y contramarchas entorno a la eliminación de la “tarifa social” para la energía lo cual representaría un perdida para Santa Fe de alrededor de 2 mil millones de pesos, que se agregaría a los 2500 millones del recorte del fondo sojero y otro tanto por el subsidio al transporte.

“Lo de la tarifa social que tiraron para atrás el viernes a la noche es como lo del policía malo y el bueno, ahora es una ‘ofrenda’ antes de la reunión” dijo a este medio un alto funcionario provincial.

Lo cierto es que el Gobernador no ha tenido ningún contacto con la Casa Rosada en más de diez días de corrida –el último fue con Rogelio Frigerio cuando el dólar estaba a menos de $30— aunque sí lo han hecho el Ministro de Hacienda Gonzalo Saglione la semana pasada y el de Promoción Social, Jorge Alvarez, con su par nacional Carolina Stanley solicitándole más partidas para alimentos sin recibir ninguna respuesta. Otro tanto sucede con el área de Seguridad, donde la Ministra Patricia Bulrich tuvo un breve contacto telefónico con Maximiliano Pullaro hace también más de una semana.

Mientras tanto, en Santa Fe, con la sola excepción de Cambienos, el resto del arco político se ha manifestado inequívocamente en contra del plan de ajuste, y ha denunciado “un alto grado de discriminación” hacia la provincia.

La ausencia personal de Lifschitz según él mismo explicó obedece a un compromiso insoslayable. De todos modos, antes de partir mañana rumbo a San Francisco, el Gobernador instruirá a su vice de tal modo que no haya equívocos en cuanto a que la presencia de Santa Fe en el encuentro no significa ni remotamente un “apoyo al plan de ajuste ni un aval al presupuesto presentado por el macrismo”.