A pocos días de terminado Mutek Argentina, el artista revelación del festival, Africaine 808, aún sigue disfrutando de Buenos Aires. “Nos quedamos una semana más para explorar la ciudad y su cultura, y para buscar vinilos”, explica Hans Reuschl, integrante del laboratorio musical berlinés que completa Dirk Leyers. “Estuve hurgando en un montón de material viejo en las tiendas de discos. Hay una gran cantidad de folklore y cumbia tradicional. Nunca me interesó escuchar tango, pero realmente está bueno verlo.” Adonde quiera que vaya, el tándem sorprende por romper con el estereotipo del artista alemán de música electrónica al conjugar el techno y el house con el afrobass y el afrofuturismo. “Soy una persona de pensamiento global y me opongo a la ‘cultura homogénea’, por eso creo que debemos acercarnos a la comprensión de nuestras raíces y experimentar culturalmente para progresar. Nuestro proyecto es una pequeña contribución a eso: incorporamos influencias tanto alemanas como globales, y las reflejamos.”

Antes de la consumación de Africaine 808, Leyers y Reuschl, quienes se conocieron hace 19 años a través de un amigo en común, formaron parte de dos sellos alemanes fundamentales para las pistas de baile: el primero, que junto al chileno Matías Aguayo llevó adelante el proyecto Closer Muzik, alineaba para Kompakt; y el otro representaba a BPitch Control. “Dejé la disquera porque no recibí ningún apoyo para mejorar mi visión musical”, lamenta el artista. “Nuestra historia no es tan inusual si notás que casi toda la música popular se basa en música africana que se propagó a través de la esclavitud, y que se mezcló y transformó mediante la cultura creole. El techno se sustenta en el funk y el jazz, el funk tiene sus orígenes en el África occidental, y el jazz es producto de la música de las Antillas Menores, que fusiona los ritmos africanos, los de Europa del Este y los de los griots de Mali y Senegal. Nuestra moderna comprensión de la composición pop proviene del soul, que fue influenciado por los esclavos provenientes de Costa de Marfil.”

Si bien Alemania también tuvo colonias en África, la dupla no consiguió sumar su erario a su propuesta. “Encontrar registros de estas colonias es casi imposible”, señala Reuschl, también conocido como DJ Nomad, cuyos DJ sets atraviesan el folk, la samba, la cumbia, el afrofunk, el soukous y producciones electrónicas modernas de Angola o Sudáfrica. “Los alemanes las perdieron temprano, mucho antes de que se pudiera hacer discos. Camerún siempre fue un país de interés musical para mí, debido a músicos icónicos como Eko Roosevelt, Ekambi Brilliant o Bill Loko”, detalla.

Pese a que Africaine 808 no se reconoce dentro del enfoque del global bass, su radio de acción no tiene límites: “Abrazamos el caos y la aleatoriedad tanto como adoramos las reglas de la armonía. Nuestro nombre es una paradoja porque resulta de la unión de la belleza del ‘factor humano’ de la raíz del ritmo con el mecanismo de relojería precisa de una invención de ingenieros electrónicos japoneses”.

La sociedad consolidada en 2012 debutó en Argentina a partir del éxito que significó su primer álbum, Basar (2016), en el que dialogan lo electrónico y lo orgánico, y que cuenta con colaboraciones de Dodo N’Kishi, Eric Owus, Ofrin y Alex Voices. “Pusimos nuestro historial de música colectiva en esa grabación”, reconoce Reuschl. “Nunca pensamos que se convertiría en algo grande. Todos los involucrados en Africaine 808 son parte de nuestro círculo de amigos: es un proyecto basado en la amistad y una visión fragmentada para la empatía a través de la música y el baile, en lugar de un plan para desarrollar una carrera.” No obstante, mientras piensa en su próximo álbum, el binomio lanzará próximamente algunos remixes. “Hice uno para el legendario productor trinitario Leston Paul, para la canción All Nite Tonight, interpretado por Barbara Hernandez (en realidad se trata de un remix de Nomad). Pero nuestro enfoque no se limita a la world music, en lo absoluto.”

* DJ Nomad, de Africaine 808, actuará hoy desde las 20 hs en El Gato Viejo, Avenida del Libertador 405.