La producción de las pymes Industriales cayó 6,4 por ciento en agosto frente a igual mes del año pasado y en lo que va del año acumula un retroceso de 0,7 por ciento, según informó ayer CAME. Es el cuarto mes consecutivo que la industria pyme cae. En esta ocasión los once sectores relevados mostraron un retroceso en términos interanuales. 

Las bajas más acentuadas se dieron en “Productos de metal, maquinaria y equipo” (-10,4 por ciento), “Calzado y marroquinería”     (-8,8), “Productos textiles y prendas de vestir” (-8,3), “Material de Transporte” (-7,5), “Productos de caucho y plástico” (-6,4), “Fabricación de productos eléctrico-mecánicos, informática y manufacturas” (-6,2), “Productos de Madera y Muebles” (-6,1), “Productos químicos” (-6,0) y “Minerales no metálicos” (-5,6 por ciento).

En agosto nuevamente bajó la porción de industrias con rentabilidad, debido al ascenso de los costos mayoristas, las dificultades para trasladar esas subas a precios, y el incremento en los costos financieros. Sólo 29,8 por ciento de las fábricas consultadas finalizaron el mes con ganancias (versus 38,3 por ciento en julio). Las altas tasas de interés, los altos niveles de endeudamiento, sumado a la dilatación en los plazos para cobrar la mercadería, son todos factores que repercutieron la rentabilidad del industrial.

“La situación es compleja, muchos de los insumos que usan las pymes son importados, principalmente el plástico y el papel, y con los aumentos de costos recientes no se pudieron subir los precios de venta porque se perderían clientes. Las industrias debieron absorber las subas”, aseguró Carlos Ruibal, vicepresidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). El empresario señaló además que los proveedores venden a valores estimativos, porque no hay precios de referencia, incluso algunos venden con factura abierta. “La cadena de pagos está muy golpeada y se comenzó a ver mucho rebote de cheques”, agregó. Algo similar manifestaron desde otros sectores como indumentaria y calzado: “la cadena de pagos está rota por más de 90 días, se nota un incremento de la insolvencia de clientes, y un apuro por cobrar en los proveedores”.

En agosto, sólo el 15 por ciento de las empresas consultadas dijo tener planeado nuevas inversiones de acá a fin de año, y otro 14 por ciento lo estaría evaluando y no descarta esa opción. El 70 por ciento no tiene planes de invertir por ahora.