El Banco Central colocó ayer 103.303 millones de pesos en Leliq. El vencimiento de estas letras fue 104.831 millones de pesos. No se renovaron 1528 millones. La tasa de interés de estas letras se ubicó en 71,9 por ciento para el promedio de las colocaciones, cuando el día previo se había ubicado en 72,7 por ciento. El tipo de cambio mayorista reaccionó ante la baja de la tasa y subió 18 centavos a 36,75 pesos. El dólar minorista no llegó a acomodarse y terminó la semana en 37,60 pesos, con baja de 17 centavos. La bolsa rebotó 7,1 por ciento, tras fuertes caídas en las semanas, principalmente en bancos y empresas del sector energético. Las reservas internacionales se ubicaron en 48.760 millones de dólares, con una baja de 126 millones.

El Banco Central completó su segunda semana de política monetaria contractiva, apostando por llegar con emisión cero para junio del próximo año. Desde que se inició a principio de este mes el nuevo esquema de absorción monetaria, el dólar bajó 10,3 por ciento (pasó de 41,94 a 37,60) y la tasa subió 12 puntos porcentuales (del 60 al 72 por ciento). El objetivo de la autoridad monetaria es conseguir que no haya pesos circulando en el mercado y los inversores se vean obligados a vender divisas para hacerse de liquidez. Por el momento parece conseguirlo. Las empresas prefieren desarmar algunas participaciones en moneda extranjera en lugar de tomar préstamos en pesos a tasas elevadas. 

El plan de emisión cero de Sandleris no genera dudas de corto plazo. Lo que preocupa es la tendencia. El Banco Central está generando un incremento importante de los pasivos monetarios. Se trata de un esquema de emisión encubierto que luego es difícil desarmar sin provocar tensiones cambiarias (e incertidumbre financiera). El stock de las Leliq se ubicó el 10 de octubre (último dato publicado) en 453.418 millones de pesos, contra los 223.650 millones anotados 30 días antes. Esto implica un incremento del 103 por ciento de la deuda en 30 días.   

Las Lebac son un antecedente de los problemas estructurales que genera el aumento exponencial de los pasivos monetarios. El organismo se vio obligado a elaborar en agosto un programa para cancelar estas deudas. La entidad anunció ayer la puesta en marcha de la tercera etapa del programa, con el objetivo de hacer frente a los vencimientos del próximo martes. El Central detalló que ofrecerá nuevas Letras por un monto de entre 100 y 150 mil millones de pesos para que sean suscriptas por el sector privado en la licitación de la semana que viene. “El vencimiento estimado de inversores no bancarios es de 231 mil millones de pesos”, detallaron. Esto implica que quedarán al menos 80 mil millones de peso en circulación. 

El Central indicó que se emitirán nuevas letras del Tesoro en pesos para aumentar las opciones de los inversores que quieran mantenerse en moneda local. Para los bancos, en tanto, se mantuvo el esquema de renovación cero de Lebac, lo que implica en la práctica que gran parte de los vencimientos en manos de las entidades bancarias se terminarán colocando en Leliq. Los bancos explican actualmente 12 de cada 100 pesos de Lebac. “El stock existente de Lebac asciende aproximadamente a 340 mil millones pesos, de los cuales 12 por ciento está en poder de entidades bancarias y el resto en manos de entidades no bancarias tales como fondos comunes de inversión, empresas, individuos y no residentes”, detalló el Central.   

La autoridad monetaria reiteró que mantendrá las medidas prudenciales para evitar saltos de la volatilidad los días posteriores al vencimiento. “Con el fin de garantizar un proceso ordenado de la reducción de Lebac, se anunció oportunamente un incremento de 3 puntos de los encajes obligatorios para las entidades de mayor tamaño que comenzó a regir a partir 1º de octubre, permitiendo la integración de dicho incremento en Notas y Letras del Banco Central”, precisó. En los informes de consultores la city empieza a advertirse un problema en este frente. Se asegura que la remuneración de los encajes que el Central le empieza a dar a los bancos es a tasas muy elevadas y pude provocar un problema sustentabilidad para el sistema financiero.