Barcelona y el Real Madrid se enfrentan este mediodía desde las 12.15, en el primer clásico de liga de la temporada española sin Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo en una década, y con el técnico madridista, Julen Lopetegui, en la cuerda floja. Hay que remontarse al año 2007 para el último clásico entre ambos colosos del fútbol español en que no estuvieron ni el actual capitán azulgrana, lesionado el pasado domingo, ni el astro portugués, ahora estrella de la Juventus. Pero aún con la falta de Messi y Ronaldo, el duelo por excelencia del torneo se presenta igual de apasionante, y pocos creen en no ver goles en el Camp Nou.

“Es un gran partido, no hace falta decir nada más”, advierte el delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema. Y agregó: “Tenemos que hacer nuestro fútbol y sobre todo, tener ganas de ganar, no empatar o gestionar un resultado”. El Clásico sólo finalizó una vez con empate sin goles en el siglo XXI, en noviembre de 2002, y Benzema se perfila como una de las principales amenazas blancas para que eso no se repita, mientras en el lado contrario, los catalanes esperan que Luis Suárez tome el relevo goleador de Messi.