Fue imputado el joven de 29 años que se dedicaba a gastar bromas telefónicas denunciando hechos inexistentes. El delito es el de “falsa denuncia” y se corroboró en más de un centenar de comunicaciones. Una de ellas produjo la movilización de patrulleros -como en casi todos los casos— pero en esa oportunidad el móvil policial protagonizó una colisión de la que resultaron seriamente heridos dos agentes de policía. Frente al cúmulo de pruebas aportadas por los fiscales César Cabrea y Nicolás Foppiani, se dispuso su arresto y cumplimiento efectivo de una pena de 30 días.