El Colegio Nacional de Buenos Aires no dicta clases desde el jueves, cuando sus estudiantes definieron tomar el colegio hasta el viernes por la noche y realizar un “pernocte” durante esta semana, con distintos reclamos. Ante la decisión estudiantil, el rector Gustavo Zorzoli dispuso el domingo el cierre del colegio para evitar el ingreso de los alumnos, que tampoco pudieron asistir a clases ayer. El estudiantado reclama, entre otras cosas, mayor participación en el gobierno de la institución, a pocas semanas de que se defina a su nuevo rector o rectora.

“Decidimos pernoctar en el colegio, manteniendo las clases, porque entendemos que no se puede interrumpir más la cursada”, aseguró la presidenta del centro de estudiantes del colegio, Juana Garay. “Justamente, queremos permitir que las clases se dicten porque nos parece que la discusión se tiene que dar ahí. Estamos en una crisis institucional grave, que arrancó hace rato. No da para más la situación”, agregó la estudiante. 

El rector comunicó el domingo a la comunidad educativa que ayer no habría clases, porque la decisión de los estudiantes de pernoctar en el colegio –sostuvo– “representa un serio riesgo para su integridad”. Además, informó la extensión de las clases hasta el 27 de diciembre. 

La suspensión de las clases estos días renovó la preocupación de las familias de los estudiantes: entre los padres hay sectores que adhieren a los reclamos de sus hijos y otros que exigen que levanten las medidas. Lo mismo ocurre ante la decisión tomada por Zorzoli de cerrar la escuela, que recibió apoyos y rechazos.

Los motivos que impulsaron la medida de los estudiantes son varios. Por un lado, el caso concreto de un alumno que fue dejado libre, y que, según afirman, tenía justificadas las inasistencias debido a un problema de salud y contaba con la palabra de la gestión de que no tendría complicaciones. Además, los estudiantes critican que, tras las denuncias de acoso y abuso sexual que expusieron públicamente ex alumnas del colegio en su acto de graduación, algunos de los acusados continúan “paseando por el colegio como si nada”. “Lo que vemos es una política bastante autoritaria y de poca escucha. Hay mucha indignación por parte del estudiantado y no hay ninguna instancia de diálogo abierta”, afirmó Garay.

Pero, a semanas de que el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) elija un nuevo rector para el colegio (ya que Zorzoli no puede renovar), y a horas de que finalice el plazo para que se presenten los aspirantes a integrar la terna de candidatos, los estudiantes vuelven a reiterar el reclamo de ampliar su participación en el gobierno de la institución. “Tenemos un rector que es puesto a dedo por la UBA, por personas que nunca pisaron el colegio, que no conocen su realidad, sus problemáticas y ni hablar de sus estudiantes. No queremos que se vuelva a repetir un esquema similar al de Zorzoli presidiendo el colegio de forma totalmente unilateral. Queremos mayor participación en las discusiones, porque entendemos que los estudiantes y los docentes tenemos mucho que decir sobre cómo funciona nuestro colegio”, sostuvo la presidenta del centro.

En línea con ese reclamo, el mes pasado, a propuesta del claustro de alumnos, el Consejo de Escuela Resolutivo (CER) del colegio aprobó reemplazar el proceso y los requisitos para la elección del rector, que puede pasar a ser elegido por votación del CER. Pero, para concretarse, el proyecto debe ser aprobado por el Consejo Superior de la UBA. Los estudiantes denuncian que la iniciativa está “cajoneada” desde entonces. 

“No nos vemos representados por este colegio: una institución totalmente elitista, expulsiva, que parte de la base de tener un curso de ingreso en el que la mayoría que entra es porque puede pagar una academia privada, cuando es un colegio público. Todas estas problemáticas tienen que ver con que su estructura es muy antigua y no representa la realidad”, agregó Garay.

Informe: Inés Fornassero.