Palabra que anda, se llama el ciclo que coordinó, dirigió, difundió entusiastamente y, en general, “militó” Jorge Marziali, junto a varios compañeros y compañeras de ruta, y junto a la Unión de Trabajadores de la Educación. Tras la muerte del cantautor mendocino, el año pasado, sus colegas han tomado la posta. Continúan el ciclo con el mismo nombre y con el mismo foco puesto en difundir y compartir la música de autor y de raíz, pero esta vez cantando y celebrando la obra del mismo Marziali. Mañana a las 21 en el auditorio de Ute (Bartolomé Mitre 1984), con entrada gratuita, Palabra que anda celebrará la obra del juglar mendocino, tal como él elegía definirse. 

Los músicos que homenajearán a Marziali cantando sus canciones serán Marita Londra, Simón Marziali (su compañera y su hijo), Juan Muñiz (quien dirigía el ciclo de la Ute junto a Marziali), Mónica Abraham, Nahuel Porcel de Peralta, Susana Ratcliff, Marcela Passadore, Mora Martínez, Nahuel Jofré y Martín Castro. Todos ellos participaron anteriormente del ciclo, y compartieron distintas juntadas y proyectos con Marziali. Son “juglares que se preocupan por los contenidos de las letras y por una estética digna. Nada nuevo, lo que se llama canción de autor. Todos talentosos juglares del país, que tienen un por qué cantar, no solamente un con qué”, los definía Marziali en una entrevista con este diario, a propósito de este mismo ciclo.  

En las voces de todos ellos sonarán temas emblemáticos del gran creador cuyano. Y el espectáculo incluirá además la proyección de videos y fotos que reflejan distintos momentos de la vida de Marziali. También de textos y citas de notas y reportajes en los que dejó plasmada su visión sobre el oficio de creador. Serán leídos por Omar González Frau, quien tendrá también a su cargo la conducción del evento.

Marziali explicaba así por qué prefería pensarse como un “juglar”, antes que como un “trovador”: “Los juglares eran gente del pueblo que andaba por los caminos cantando, contado y llevando noticias, por su propio impulso. Los trovadores eran más amanuenses frente al poder; a ellos les garpaban los reyes, a los juglares no les garpaba nadie. Iban viajando, observando y contando lo que pasaba. Nuestro oficio es hacer eso mismo, con belleza, con la palabra poética. Pero sin dejar de contar lo que pasa: en estos momentos en que hay tanto silencio, o mejor dicho tanto silenciado, ese contar y cantar es más necesario que nunca”.

Conjurando al silencio y a lo silenciado, algo de ese contar y cantar necesario sonará en Palabra que anda, en las canciones de Marziali: “Los obreros de Morón”, “Cebollita y huevo”, “Este Manuel que yo canto”, “Coplas de la libertad”, “El Cuchi musiqueador”, “El niño de la estrella”, “La Sixto violín”, “Cuando Perón era Cangallo”, “Así hablaba don Jauretche”, por citar solo algunas de las más recordadas. Y así Marziali y su obra estarán presentes en las voces de sus amigos, y en el escenario donde ejerció tantas veces su oficio de cantor y poeta. O, como él decía, de juglar.