Arabia Saudita condenó ayer enérgicamente al Senado de Estados Unidos por haber responsabilizado el pasado jueves al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman (foto), del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.  

“El reino rechaza categóricamente cualquier injerencia en sus asuntos internos, cualquiera y todas las acusaciones, de cualquier manera, que falten el respeto a sus líderes, el guardián de los dos lugares santos (el rey) y el príncipe heredero, y cualquier intento de socavar su soberanía o disminuir su estatura”, afirmó el Ministerio de Exteriores saudita en un comunicado. Desde que se desató la crisis diplomática por el asesinato de Khashoggi en el consulado saudita de Estambul, las autoridades de Riad han advertido que la línea roja que no permitirán sobrepasar es la implicación de la corona en el crimen. 

La respuesta del gobierno saudí fue respaldada por pronunciamientos similares del Consejo de la Shura, un órgano consultivo de la corona, y por el Parlamento de la Liga Arabe, con sede en El Cairo. “La política interna de Estados Unidos no puede ser un espacio en el que se hable de Arabia Saudí afectando las relaciones históricas y estratégicas entre los países amigos”, afirmó el secretario general del Consejo de la Shura, Mohammed Dakhail al Mutiri, en un discurso ante la asamblea. Por su parte, desde la capital egipcia, el presidente del Parlamento árabe, Meshaal bin Fahm al Salami, anunció ayer que había enviado una carta al Senado de Estados Unidos para instarlo a no interferir en asuntos internos de Riad, respetar su soberanía y no dañar a sus líderes.

El gobierno saudí consideró que los senadores se basaron en “afirmaciones y alegatos sin fundamento” para adoptar su decisión, aprobada por unanimidad el pasado jueves, y en la que se responsabiliza a Bin Salman del asesinato del periodista. La resolución estadounidense fue promovida por un grupo de senadores descontentos con la blanda respuesta del presidente del país, Donald Trump, frente a Riad por el caso Khashoggi. Si la iniciativa de los senadores es refrendada por la Cámara de Representantes, dará un plazo de 30 días a Trump para retirar las tropas de su país desplegadas en Yemen para dar apoyo a la coalición militar liderada por Arabia Saudita desde 2015.