El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que el secretario de Defensa, el general James Mattis, abandonará el cargo a finales de febrero. “El general Jim Mattis se retirará, con distinción, a finales de febrero, tras haber servido en mi Administración como secretario de Defensa en los últimos dos años”, dijo Trump en Twitter.

“Durante el mandato de Jim -agregó el presidente-, se ha hecho un progreso tremendo, especialmente en lo que respecta a la compra de equipamiento de lucha nuevo. El general Mattis ha sido de gran ayuda para mí a la hora de lograr que los aliados y otros países paguen su parte de obligaciones militares. Un nuevo Secretario de Defensa será nombrado pronto. Agradezco mucho a Jim su servicio”, concluyó Trump.

Este anuncio se hizo después de que EE.UU. informara ayer de la retirada de las tropas estadounidenses de Siria. La marcha de Mattis se produce tras meses de desencuentros con Trump, que ha llegó a referirse a él como “una especie de demócrata”.

En su carta de dimisión, difundida por medios estadounidenses, Mattis se mostró crítico con la gestión de Trump: “En tanto que Estados Unidos permanece como la nación indispensable en el mundo libre, no podemos proteger nuestros intereses o servir ese papel de manera efectiva sin mantener alianzas fuertes y mostrar respeto a esos aliados”, indicó.

Mattis expresó, además, su creencia de que EE.UU. debe ser “resuelto y no ambiguo” a la hora de tratar con “aquellos países cuyos intereses estratégicos están en tensión creciente” con el país, como Rusia y China. Ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió sobre el peligro de subestimar el riesgo de una guerra nuclear, de lo que acusó directamente a Estados Unidos por dar la espalda a los tratados de desarme, al tiempo que descartó la pronta liberación de los marineros ucranianos apresados por guardacostas rusos en el mar Negro. “Lamentablemente, existe una tendencia a subestimar el peligro de una guerra nuclear,” dijo Putin en su multitudinaria rueda de prensa anual en la que hizo balance de un año en el que fue reelegido por un último mandato de seis años.

Putin no dudó en culpar a Estados Unidos de la actual situación, primero por desarrollar unilateralmente escudos antimisiles en Europa y otros continentes, después por anunciar los planes de abandonar el primer tratado de desarme nuclear de la Guerra Fría y, finalmente, por negarse a negociar la renovación del Start-3. 

También puso en duda el anuncio de Trump sobre la retirada de las tropas norteamericanas de Siria, cuya presencia tachó de “ilegítima”, más aún cuando todo apunta al inicio del proceso para un arreglo político de la guerra en el país árabe. “No sé lo que es eso. Estados Unidos está presente en, digamos, Afganistán. ¿Por cuánto tiempo? 17 años. Y casi cada año dicen que sacarán sus tropas. Por el momento, siguen allí”, comentó. A su vez, coincidió con Trump en que el Estado Islámico fue prácticamente derrotado en Siria aunque advirtió el peligro de que los combatientes yihadistas se trasladen a otros países como Irak y Afganistán.

La renuncia de Mattis llega tres semanas después del desplazamiento de su principal aliado en el gobierno, el general retirado y ahora ex jefe de gabinete John Kelly.